A pesar de haber sido recibidos con gases lacrimógenos por parte del ESMAD, un grupo de campesinos que llegó a la hacienda Puerto México en Caquetá, logró el retiro de los empleados de Petroseismic que realizaban labores de sísmica en los límites de Morelia, Valparaíso y Milán, municipios del departamento de Caquetá. Estos campesinos se suman a los de El Doncello, quienes no quieren saber nada de las petroleras y que ante todo defienden su territorio y el agua. Ellos son ejemplo de resistencia pacífica contra las multinacionales del petróleo, que tratan de acabar con el ecosistema caqueteño, puerta de entrada de La Amazonía colombiana.
Los campesinos de Valparaíso que el año pasado se tomaron un puente --después denominado “puente de la resistencia”-- para impedir el paso de la maquinaria de las petroleras y que fueron duramente reprimidos por el ESMAD, se convirtieron en el punto de partida de una resistencia civil sin parangones en El Caquetá. Antes que cualquier otra cosa, buscan proteger a la región de una explotación más: la de la locomotora minero- energética del Gobierno Nacional, que pretende explotar el petróleo acabando de paso con la mayor riqueza de la región y del país: el agua.
En el Caquetá se tiene bien claro que la gente no quiere que pase lo que ya sucedió en otros departamentos como el Meta, Casanare, Huila y Tolima entre otros: que llegue la mal llamada bonanza petrolera acabando con los recursos naturales, secando las fuentes de agua, trayendo corrupción y generando problemas de inseguridad. Por eso los campesinos le están poniendo el pecho a esa resistencia, pidiendo ante todo la revocatoria de las licencias de exploración y explotación petroleras ya concedidas por el Gobierno Nacional.
El diputado Arturo Mayorga, quien junto con el Ingeniero Esteban Cabuya han sido adalides de la lucha por el agua y el territorio, han sido claros en manifestar que si se permite la sísmica, sería como abrirle la puerta a las multinacionales del petróleo para que invadan la región y acaben con las riquezas naturales, quizás las más importantes del país, conjuntamente con el macizo andino.
Líderes campesinos de Milán como Domingo Medina y Hernando Zúñiga Muñetón, quien es el presidente de Asojuntas, han organizado foros y encuentros regionales para ilustrar a su gente sobre los peligros que conlleva la explotación petrolera, sumado a la extraordinaria labor de la alcaldesa del Doncello Sandra Milena Losada Floriano, quien ante todo ha buscado ilustrar a su gente con foros en los cuales han intervenido representantes de las empresas, pero teniendo siempre claro que su estrategia está encaminada a proteger los intereses de su pueblo: sus ecosistemas.
En un mini video tomado por Hernando Zúñiga Muñetón en la hacienda Puerto México donde los campesinos fueron a pedirle a los trabajadores de Petroseismic que se retiraran, se observa cómo fueron recibidos con gases lacrimógenos por parte del ESMAD, en un punto donde está una vivienda y un corral. ¿Qué culpa tienen las vacas para que las pongan a llorar?
A los campesinos del Caquetá se les van a unir los ganaderos, quienes ya hicieron su primera reunión preparatoria en COFEMA, la empresa de Ferias y Mataderos de Florencia y quienes ya citaron a una reunión general para los primeros días del mes de Julio. Lo anterior, teniendo en cuenta que estamos a las puertas de la firma de la paz en La Habana y a que se viene la parafernalia del postconflicto, especialmente en El Caquetá, uno de los territorios más azotados por la violencia en el país.