Los campeones de nuestros corazones
Opinión

Los campeones de nuestros corazones

La grandiosa selección creó ese aire de unidad nacional tan esquivo, y la ilusión de poder marchar juntos. Subcampeones de América, campeones de nuestros corazones

Por:
julio 15, 2024
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Colombia jugó hermoso, ganadora. Qué alegría, qué perseverancia, qué esperanza que despertaron, qué guerreros. Los jugadores entregaron todo en la cancha. Jugaron limpio, fueron poderosos, de tú a tú con cada unos de los adversarios en cada una de las rondas.

Imposible nombrarlos a todos. James, de lejos, el mejor jugador de la Copa. Luchito Díaz, el fenómeno Richard Ríos, Lerma, cabeceador letal, ese Johan Mojica, Córdoba, el porterazo Camilo Vargas… Nómina de lujo.

Tengo un hijo de 8 años, destrozado porque, a pesar de ser admirador de Leo Messi, de Di María y Lautaro, estaba seguro, como millones de colombianos, de que Colombia iba a ganar el partido de anoche, la final. Cuando escribo este artículo, a las 11 media de la noche del domingo, ya está dormido y ha llorado sus ojos. “Árbitro vendido, no pitó el penal en el primer tiempo…, argentinos flojos que se caían para frenar el partido…”.

Me fue imposible convencerlo de que Colombia había perdido contra la selección campeona mundial. Sí, mañosos los argentinos, pero campeones experimentados, que nos ganaron limpiamente, quise decirle. En vano.

Y bueno: fuimos los subcampeones del continente. Con una selección de nueva generación. Y un director técnico extraordinario, que le dijo a Daniel Muñoz, cuando le sacaron tarjeta roja en el partido contra Uruguay, sabiamente, que se había dejado vencer por sus emociones al pegarle un codazo al rival…


Ese es nuestro comportamiento, el de los colombianos, el del todo o nada, el de la alegría desbordada y la ira incontrolada


Ese es nuestro comportamiento, el de los colombianos, el del todo o nada, el de la alegría desbordada y la ira incontrolada. El de subirnos al triunfo antes del partido, decretando día cívico el lunes 15 sin saber si ganábamos… o perdíamos. No sabemos si es mejor la gestión de perder o la de ganar.

Los bochinches en el estadio en Miami antes del partido, los videos de la gente que se colaba, algunas variedades de vandalismo, falsificación de boletería, son comportamientos desbocados en la antesala del partido. Vergonzosos.

Cuando el 5 a 0 hace treinta años, hubo 85 muertos en los festejos. No hay explicación. Aunque se sabe que el día de mayor número de homicidios, de manera recurrente, es el del día de la Madre…

Un apostador mafioso, después del segundo partido del mundial del 94, ordenó el asesinato de Andrés Escobar por el autogol. Crimen imperdonable que nos marcó.

Volviendo a esta grandiosa seleccióndel 2024: en medio de la mala leche del debate político, sectario y polarizante, generó ese aire de unidad nacional tan esquivo, así fuera durante un par de semanas, que prende la ilusión de poder marchar juntos.

Gracias a cada uno de los jugadores, al directoor técnico: subcampenes de América, campeones de nuestros corazones.

X: @rafaordm.

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