Algunas cacerolas sonando acompañaron un espectacular amanecer caleño el primero de mayo del 2021. La cuarta jornada del Paro Nacional y la conmemoración del día del trabajo prometían manifestaciones fuertes en las calles pero la mañana no podía ser más calma. Cali estaba despejado, fresco pero soleado, el cielo azul después de una noche fría y de lluvias que poco limpiaron los estragos de dos días de desmanes y confrontaciones entre la fuerza publica y la sociedad civil por cuenta de la Reforma Tributaría del gobierno de Iván Duque, en cabeza del Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
A las 8 de la mañana ya las calles empezaban a recibir los primeros grandes grupos de personas que salieron con la camisa de la selección y una bandera de Colombia, en su gran mayoría. A la gente se le veía feliz. Los abuelos de los cuatro hogares geriátricos de la carrera 27, antes de llegar a la famosa calle quinta, animaban a los manifestantes desde sus ventanas y antejardines. Todos con tapabocas, muchos con letreros, otros con banderas, se les veía muy emocionados. El ambiente estaba alegre, se sentía feriado.
En la noche del día anterior, fueron miles los caleños que se sintonizaron con la propuesta de mandar un mensaje al país de que en la capital del Valle si se puede protestar en paz, después del fracaso vivido el 28 y 29 de abril cuando los saqueos se llevaron toda la atención de una movilización social que también fue masiva, pero demasiado violenta. Videos de una multitud de personas cantando pacíficamente el himno nacional e iluminando la noche con luces blancas en el sector de Puerto Rellena, lograron sobreponerse a las imágenes con las que organizaciones de DDHH denunciaban la muerte violenta de al menos 7 personas en el sector de Calipso, oriente de Cali, por cuenta de las confrontaciones con la fuerza publica. El orgullo caleño se vio conmovido y eso quedaría demostrado al día siguiente.
Dos horas después de que empezaran a sonar canciones de salsa en el sector de la Loma de la Cruz, antes del medio día del primero de mayo, el flujo de personas que llegaban al lugar desconcertaba a los presentes. La congregación era más que masiva. Nunca antes se habían visto tantas banderas de Colombia en la principal calle de Cali. Parecía la final de un mundial en la que la selección tricolor se disputaba la copa, pero se trataba de un partido en el que el pueblo se la jugaba como único finalista. La altura en el comportamiento era fundamental y los caleños ahí presentes, sacaron la mejor versión de si para propiciar un entorno colectivo y pacifico entre la ciudadanía que pintó de amarillo aquel sector de la calle quinta en su totalidad.
Cali, calle quinta a la altura de la Loma de la Cruz, once de la mañana del 1 de mayo del 2021. pic.twitter.com/kEefUR2z5M
— Santiago Puccini (@sanpuccio) May 2, 2021
Eran muchos los sectores sociales unidos en la calle ese día alrededor de los jóvenes, quienes lideraban las marchas. Al menos tres emisoras radiales hicieron presencia en el lugar con altoparlantes, DJs y bandas en vivo que mantuvieron animada la protesta. No hubo tarimas pero algunas partes de la vía se volvieron pistas de baile. Personas disfrazadas, performances, ollas comunitarias protagonizaron una explosión cultural que amenizaba el calor incesante al llegar la hora del almuerzo. Ningún establecimiento de comidas alrededor estaba abierto, eran pocos los vendedores de agua y cruzar los 50 metros de anchor de los dos carriles viales de la avenida quinta en ese momento resultaba ser una odisea que tomaría no menos de 15 minutos abriéndose paso entre una densa aglomeración de más de 40 mil personas.
Ni el hambre, ni la sed, ni el calor, ni el miedo al COVID, ni la insolación, la algarabía, nada logró romper la gran fiesta pacifica que fue las manifestaciones en la Loma de la Cruz en Cali ese día y que duró prendida alrededor de 20 horas continuas. La gente no se veía cansada cuando llegaron la chivas de los indígenas del CRIC que desataron una euforia colectiva entre los protestantes. Muchos no pudieron contener las lagrimas de emoción al ver la llegada del primer inmenso vehículo proveniente del Cauca y cargado de personas vistiendo banderas de color verdes y rojas, mirando con la frente en alto ante una multitud que les daba la bienvenida saltando y con los brazos al aire. Por primera vez en mucho tiempo, la guardia indígena se daba la mano con el sector taxista y transportista urbano con quien coordinó su llegada sorpresa a los puntos de movilización en la ciudad. Los caleños, quienes históricamente han percibido negativamente a sus vecinos indígenas del Cauca por las afectaciones que ha sufrido la vía Panamericana durante las mingas de las ultimas décadas, estaban ahí en primera fila glorificando y agradeciendo su llegada y su apoyo al Paro Nacional en Cali. El recibimiento fue fraterno, alegre.
Así se vivió la llegada de la primera chiva de los indígenas del CRIC en Cali. Medio día del 1 de Mayo del 2021, sector de la Loma de la Cruz. Paro Nacional. pic.twitter.com/b8SUUQqVxR
— Santiago Puccini (@sanpuccio) May 2, 2021
Dos helicópteros militares BlackHawk sobrevolaron bajo sobre las marchas en varias oportunidades. La gente les daba la bienvenida entre gritos e insultos desconcertados por su presencia en lo que por todos lados se sentía y vivía pacíficamente. Nunca se esperaron una manifestación de tales magnitudes, nadie se lo esperaba. Colectivos de las barras bravas del Deportivo Cali y el América también hicieron presencia, pero todos con la camisa de la selección Colombia. "Dios protege a mi pueblo colombiano" se leía grande en el parabrisas de un bus que albergaba a aficionados de ambos equipos unidos por una misma causa. Ese día no fueron rivales y se comportaron como aliados nuevamente después de mucho tiempo.
Y así, pasaron las horas rápidamente. Las multitudes empezaron a despejarse cuando ya caía la tarde, a las 6 pm. Cientos de grupos de personas emprendieron su camino devuelta a casa caminando, cansados, roncos de tanto gritar, pero en un ambiente de tranquilidad que perduró hasta muy entrada la noche. El 1 de mayo de 2021 no hubo saqueos ni gases lacrimógenos en la Loma de la Cruz ni en Puerto Rellena. Eran las 7pm y en los titulares de prensa ya se leía que Cali había dado ejemplo, que los caleños se habían pronunciado en paz y que el país se mostraba agradecido en redes con la capital valluna por el antecedente que quedaba tras varios días de puras malas noticias.
Al medio día del dos de mayo en Cali volvían a sonar las cacerolas mientras el Presidente Duque ordenaba retirar la reforma tributaria. Aunque en las calles todavía hay manifestantes, la sensación de victoria ha armonizado el ambiente considerablemente. Sin embargo, el triunfo de los caleños va más allá de la fracasada tercera reforma de Carrasquilla, pues el mensaje a Colombia fue claro y fuerte: en unidad, el pueblo es capaz de cambiar el destino cuantas veces sea necesario y reescribir su historia en función de lo colectivo.
Nunca más la bandera patria volverá a ser un icono característico de la extrema derecha colombiana. Los caleños se la quitaron pacíficamente de las manos el 1 de mayo del 2021 y se la devolvieron al pueblo colombiano que, por medio de la movilización, logró cambiar el rumbo del país en lo que se ha sentido como una victoria social en todos los rincones de Colombia.