Yo ya me mamé de las teorías conspiracionistas. Que Hitler escapó al cerco ruso y en mayo de 1995 cruzó el Atlántico y se instaló en Fusagasugá en donde vivía de fabricar jabones con la piel de los muiscas, que Anastasia vivió cómodamente en Nueva York hasta los 95 años en donde no paró de anhelar ni un solo día el esplendor de los Romanov, que en los años cincuenta hubo una intentona de invasión extraterrestre que el FBI ocultó con eficacia. Ya, basta, malditos los millennials y su internet divulgador de mentiras y calumnias.
La peor de las teorías conspirativas es la de que el hombre nunca viajó a la luna. Es la peor porque se la he escuchado repetir a gente muy inteligente, fanáticos de izquierda que en su afán de desprestigiar a todo lo que es norteamericano hablan con propiedad del montaje que presuntamente la Nasa le pagó a Kubrick, quien en 1968 revolucionó a la ciencia ficción con su 2001 Odisea del espacio, para que hiciera un set creíble en donde Neil Armstrong y Buzz Aldrin darán ridículos salticos en una superficie lunar de cartón. Los he visto con babaza en la boca explicando como los americanos, asustados por los avances soviéticos de poner a la perrita Laika y a Yuri Gagarin a dar vueltas por nuestra órbita, orquestaron la que sería la farsa más grande de nuestro tiempo, una farsa que cumple 50 años. No sólo son bobitos sino mamertines.
En su inmenso ego los conspiracionistas hablan de que la bandera de Estados Unidos puesta en la superficie lunar se está moviendo por culpa del viento. Lo dan como una prueba irrefutable, con la misma confianza con la que desprecian a los que creen en Dios. Esta es la foto:
Si ven la mano derecha de Buzz Aldrin está a la altura del casco saludando a la bandera. Ahora veamos esta foto tomada segundos después:
Ya la mano ha descendido y la bandera aparentemente sigue agitándose. Si comparan la bandera está exactamente igual y la impresión de movimiento se da porque tiene un palo que la mantiene rígida en la parte de arriba. En la próxima foto, tomada en 1971 por el Apolo 15, dos años después del alunizaje, se ve el paisaje lunar
Ahora veamos una foto tomada en el 2008 por la sonda Selene de la agencia espacial JAXA. Es completamente idéntico:
Para completar está esta foto tomada en el 2009 por la sonda espacial Lunar Roving Vehicle en donde se ve claramente el lugar donde alunizó el Apolo 15 en 1971 y sus huellas:
Igual nada de esto refutará los delirios de estos comunistas de salón para quienes la carrera espacial la ganó la Unión Soviética. Dan pena, tan inteligentes que se creen y que cerca están de los terraplanistas. Dentro de poco dirán como ellos que uno no puede estar preso del sistema educativo, que las únicas fuentes que valen no son las de la historia –siempre manipulada por los ganadores y bla, bla, bla- sino las que les proporciona su propia imaginación.
Decir que no creen en que el hombre alguna vez llegó a la luna porque no lo volvió a hacer en 50 años desde el primer alunizaje es desconocer los cambios que le sucedieron al mundo a finales del siglo XX: sin la Unión Soviética ya no había necesidad de una carrera espacial. Además, después del desastre del Challenger en 1986, el presupuesto de la Nasa para vuelos espaciales descendió dramáticamente.
Tan inteligentes que se las dan estos negacionistas prosoviéticos y tan cerquita que están de los terraplanistas. Es que la discusión de si el hombre llegó a la luna o si todo fue un montaje ya me resulta tan ridículo como el de plantear, cinco siglos después de Galileo, de si la tierra es redonda o no.