De pie, en el vestíbulo de la torre Trump, entre las banderas del decorado, Donald Trump dijo ante el enjambre de cámaras con la suficiencia de un magnate: “Estoy usando mi propio dinero. No estoy empleando lobistas ni donantes. No me importa, soy realmente rico”. Eso fue hace cinco años, cuando anunció que autofinanciaría su campaña. En la reelección es otra cosa. No ha puesto un solo dólar y, según Forbes, ha aceptado las donaciones de casi un centenar de multimillonarios. Las cosas también han cambiado por el lado de los demócratas.
En contravía de lo que siempre se ha pensado que los republicanos son el partido más cercano de los grandes capitales, Joe Biden lleva la delantera, no solo en los sondeos, sino en los multimillonarios que han puesto a disposición su chequera para la campaña. Forbes dijo hace dos meses que 131 ricos de más de mil millones de dólares estaban apoyando a Biden, contra 99 de Trump.
Las billeteras poderosas son clave a la hora de financiar los comicios más caros del mundo. BBC señala que en el 2016 de Trump vs. Hillary se gastaron USD 1.800 millones. Como se suele decir coloquialmente, en estas elecciones “por allí se pasó hace rato”. El total iba hace dos meses en el récord de USD 3.155 millones, según la Comisión Electoral Federal (FEC, por sus siglas en inglés).
Por ley, nadie puede donar de manera individual más de USD 5.600 a una campaña presidencial. Pero hay una manera de aportar las grandes sumas. Y es a través de los Comités de Acción Política -PAC o super-PAC- que recaudan los fondos para causas políticas con una cierta distancia de las campañas y los candidatos. Algo que se traduce en publicidad, comerciales de televisión de ideas políticamente afines. Los de Trump se llaman Trump Victory y Trump Make America Great Again, y un super PAC llamado America First Action.
Según The New York Times el mayor donante de Trump es Timothy Mellon, un multimillonario que ya entregó a America First Action USD 10 millones. Es bisnieto de Thomas Mellon, fundador de Mellon Bank y nieto de Andrew Mellon, secretario del Tesoro en los años iniciales de la Gran Depresión. Prefiere el bajo perfil, 77 años, disfruta su rancho de Wyoming, y dice que Trump “hace lo que promete, o trata de hacer las cosas que ha prometido”.
En la orilla demócrata la chequera más grande ha sido la de Mike Bloomberg, exalcalde Nueva York y fundador de la compañía de información financiera que lleva su apellido, y que se gastó USD 1.000 millones buscando fallidamente la selección de su partido. A Joe Biden le prometió en septiembre USD 100 millones para la campaña en Florida, el estado que es ahora el botín más preciado.
Stephen Schearzman del fondo Blackstone ha sido uno de los grandes apoyos de Trump
La generosidad de los banqueros ha sido notoria. Stephen Schearzman del fondo Blackstone le dio en enero USD 3 millones al America First Action de Trump. Meses después, el 8 de julio estuvo con él en mesa de honor de la Casa Blanca durante la cena con los 11 empresarios mexicanos y el presidente López Obrador.
Tom Steyer quien compitió por la candidatura demócrata es uno de los donantes de Biden
Por el lado de Biden las donaciones llegadas del sector financiero incluyen a Tom Steyer, otro candidato presidencial demócrata, con USD 46,3 millones a las campañas de su partido el año pasado y este. Le siguen las de Donald Sussman, con USD 22,6 millones para parlamentarias y presidenciales demócratas. Y George Soros, que ha entregado USD 500.000 a la causa demócrata, dice Forbes, que localizó más de 2,5 millones de entradas en la base de datos de la FEC para identificar los donantes más ricos de Trump.
Los líderes de Internet han bajado de la nube con sustanciales aportes a la campaña de Biden. Los dueños de la plataforma de comunicaciones Twilio, Jeff y Erika Lawson le entregaron USD 1,2 millones, y según Forbes, Nicole Shanahan la esposa del cofundador de Google Sergei Brin, le dio USD 25.000; Meg Whitman la exjefa de eBay también ha unió a la causa.
Los famosos del mundo del cine y las historietas también han hecho sus apuestas. Los héroes Marvel de Isaac Perlmutter se fueron con Trump y USD 700.000, mientras Indiana Jones y los Transformers de Steven Spilberg se pudieron del lado de Biden. De los casinos llegaron los hermanos magnates Lorenzo y Frank Fertitta con USD 1,4 millones para Trump Victory en octubre pasado.
BBC Mundo consultó las listas de la FEC para buscar los aportes de los hispanos. Y encontró que Jorge Pérez, el magnate inmobiliario cubano estadounidense le entregó a Biden USD 2.800, no obstante haber sido socio de Trump en estos negocios años atrás. Robert Unane, de alimentos Goya, se mantiene firme con Trump y según la contabilidad de la FEC donó a los republicanos USD 3.000 el año pasado. Los hermanos Jude y Christopher Reyes, multimillonarios dedicados a la distribución de cerveza, ofrecieron USD 50.000 cada uno, dice Forbes.
Los dólares de los megamillonarios han ayudado en la dura campaña que se ha distinguido por la agresiva publicidad, no muy lejos de los adjetivos utilizados por Trump y Biden al referirse cada uno al adversario. Pero los dólares más valorados siguen siendo los que significan el respaldo de cientos de miles de personas sencillas para su candidato. ¡Y esos contaban hace dos meses USD 1.072 millones!