La doctrina del sionismo político no nace del judaísmo, sino del nacionalismo europeo del siglo XIX. Ser judío no es un concepto étnico, sino religioso, referente a las personas que profesan la religión judaica. La gran mayoría de los judíos que en el proceso del retorno y colonización llegaron a Palestina eran judíos Askenazi de Europa Central y Oriental (Francia, Alemania, Polonia y Rusia) y Sefardíes de España, Portugal y el norte de África. Es decir, la mayoría de los actuales judíos que viven en Israel provienen de esas dos ramas del judaísmo.
El fundador del sionismo político, Théodore Hertz, en el Congreso de Basilea en 1896, transformó la leyenda bíblica del retorno a la Tierra Santa en una doctrina política, nacionalista y colonialista con el impulso de un fondo para la compra de tierras en Palestina. Fondo financiado por los banqueros judíos de la familia Rothschild, una de las dinastías de banqueros más ricos e influyentes en el mundo, cuyos integrantes a finales del siglo XVIII fundaron bancos e instituciones financieras en Europa.
La familia Rothschild desde finales del siglo XIX apoyó el surgimiento del sionismo político y el desarrollo de las colonias judías en Palestina. Igualmente, fueron claves en aquellas políticas después de la desintegración del imperio Otomano y el reparto de aquellos dominios otomanos en el Oriente Próximo, entre Francia y Gran Bretaña, mediante el acuerdo de Sykes-Pikot en 1917.
La Declaración Balfour fue una carta que el 2 de noviembre de 1917 envió el ministro de Exteriores británico, Arthur Balfour, al barón Lionel Walter Rothschild, líder de la comunidad judía en Gran Bretaña, en la que dijo:
“Tengo gran placer en enviarle a usted, en nombre del gobierno de su Majestad, la siguiente declaración de apoyo a las aspiraciones de los judíos sionistas que ha sido remitida al gabinete y aprobada por el mismo”. 'El gobierno de su Majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y usará sus mejores esfuerzos para facilitar el logro de este objetivo, quedando claramente entendido que no debe hacerse nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, o los derechos y el estatus político que disfrutan los judíos en cualquier otro país'. Estaré agradecido si usted hace esta declaración del conocimiento de la Federación Sionista”.
Esta carta escrita hace 106 años es el génesis de uno de los conflictos más álgidos en el Oriente Próximo, debido a que esta poderosa familia fue clave en el desarrollo del protectorado de Gran Bretaña en Palestina y en las expansiones de las colonias judías en aquel territorio y, desde luego, preponderantes en la creación del Estado de Israel y determinantes en las actuales políticas estadounidenses y europeas sobre Israel y el conflicto con los palestinos.
Además, estos banqueros fueron determinantes en salvar de la Alemania nazi a los judíos acaudalados y dejar que el régimen Alemán exterminara a los judíos pobres. La gran mayoría de la actual población judía de Israel no son descendientes de los semitas, sino de los judíos conversos jazaros Askenazis y Sefardíes europeos. Tanto Théodore Hertz, fundador del sionismo, como David Ben-Gurión, el fundador del Estado de Israel fueron judíos Askenazis. Este último nació en una aldea polaca perteneciente al imperio ruso y a los 20 años emigró en la segunda de oleada de sionistas a Palestina.
Las políticas de la pureza racial de los judíos fueron las que sirvieron de base para que el régimen de Adolfo Hitler, desarrollara la política de pureza racial de la etnia aria. En 1935, el régimen alemán tomó como modelo las leyes judías que prohíbe la mezcla de la sangre judía con las demás, para elaborar las leyes del derecho de la población del Reich, de la protección de la sangre y el honor alemán.
Las organizaciones sionistas que luchaban por la creación de un Estado Israel fueron en un momento más anti-ingleses que anti-nazis. Un importante grupo de líderes políticos sionistas y los banqueros Rothschild, mantuvieron alianzas de cooperación política y económica con los regímenes de Adolfo Hitler y Benito Mussolini. Después de la Segunda Guerra Mundial se han revelado comunicaciones sobre las relaciones entre líderes políticos judíos y el círculo del poder de Hitler. Así como sobre el desarrollo de políticas de cooperación del movimiento sionistas que luchaba por el Estado de Israel con el régimen alemán que buscando consolidar en Europa una alianza para aislar y vencer a Inglaterra.
Las relaciones entre los judíos y el régimen alemán cambiaron cuando la mayoría de las organizaciones sionistas que luchaban por la creación del Estado de Israel, decidieron sumarse a la causa de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. De manera que dicho cambio significó una declaración de guerra de los judíos a Alemania y gran parte de las organizaciones políticas judías europeas pasaron de aliados a enemigos del régimen de Hitler.
@j15mosquera
