La narcoviolencia también asedia a Obando

La narcoviolencia también asedia a Obando

Igual que en Cartago, la campaña electoral en este municipio del norte del Valle está manchada de sangre y miedo. Óscar Marino Badillo, candidato a la alcaldía, está acorralado por las amenazas

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julio 25, 2015
La narcoviolencia también asedia a Obando

“hp estas cagado de miedo ja ja ja perro hp dándosela de verraco inscribce para que vea lo que le pasa hp ud sabe quien manda en obando y el norte así que quedse callado si no quiere morirse también”

Este  es el texto literal de la amenaza que recibió en su teléfono celular Óscar Marino Badillo, un aspirante a la Alcaldía de Obando, en el norte del Valle, donde la campaña electoral ya cobró un muerto. Teme por su vida y la de su familia que vive en el municipio porque según él se ha convertido en una piedra en el zapato.

“Yo responsabilizo a Nidia Lucero Ospina, alcaldesa de Obando, por lo que le pueda pasar a algún integrante de mi familia, a mi o a cualquiera de los miembros de la colectividad política que me acompaña y responsabilizo a su candidato John Mario Vélez Giraldo”

Esta es la segunda vez que el dirigente de 34 años quiere arrebatarle el poder a la llamada `nube negra´.  En la primera oportunidad se enfrentó a la actual alcaldesa Nidia Lucero Ospina, suegra de José Ignacio Mira Peña o `capitán Mira´ señalado por manejar nexos narco-políticos en la región.

A pesar de las presiones este candidato quiere intentarlo de nuevo y se enfrenta ahora a Jhon Mario Vélez Giraldo, alcalde por dos periodos en Obando y con un proceso en la Procuraduría por irregularidades en una contratación en el 2010 cuando gobernaba el municipio.  También es el candidato que cuenta con el apoyo del grupo político de la alcaldesa actual. (Ver proceso Procuraduría)

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Óscar Marino aseguró que su contendor político es reconocido por rodearse de un esquema de seguridad con camionetas lujosas y hombres armados con armas de largo alcance, ostentando poder y dinero.

Lo conoce hace más de quince años, en ese entonces eran amigos, manejaba un jeep de transporte para la ladera de Obando y dice que ahora tiene mucho dinero, propiedades, es soberbio y ni saluda.

En Obando parece que se repite el juego que se da en Cartago, el de una misma estructura presuntamente con nexos con criminales y adueñada del poder a través de las alcaldías.

 “Ellos manejan muy hábilmente el lenguaje de las esquinas, es decir, los mismos funcionarios públicos salen a decir, y de ésto hay testigos todos los que quiera, con nombres propios que ya tienen cuadrado al procurador regional y que por eso no hay problema porque tienen el dinero para cuadrar lo que haya que cuadrar”

Explicó que el mensaje que mandan es “si tú no quieres apoyarnos te ofrecen plata y si no aceptas,  te presionan y te mandan mensajes subliminales” es decir amenazas o como dijo en sus propias palabras “te ofrecen bala”

Cuando el candidato habla de “ellos” se refiere al grupo político de la alcaldesa y lo que ellos representan porque según el testimonio se han encargado hábilmente de difundir ese poder que ellos dicen ostentar. Aseguró que aunque no conoce al capitán Mira es mencionado en Obando por ese grupo político.

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“Ellos a través de la alcaldesa hacen ofrecimientos de dinero en todo el municipio.  A mi ellos tratan de no abordarme,  conmigo guardan mucha distancia y como se dice,  muchos odios pero si te puedo decir que a gente como Audon Galvis, que fue candidato la alcaldía y hoy está unido conmigo,  le están ofreciendo una plata de una deuda que él tiene para que pueda apoyar al candidato”

Para Badillo esa es la dinámica de la estructura, aseguró que por ejemplo al carnicero del pueblo, que su familia no suma más de diez personas, le entregaron cinco  millones de pesos y le darán cinco más para conseguir votos.

 “Alcaldesa y funcionarios públicos hacen política frenteada por internet, ellos sienten un poder muy grande o que algo los rodea para poder hacer y desahacer. Nadie puede hacer ni decir nada, ellos están en Obando por encima del bien y del mal” afirmó.

Sus detractores políticos le critican no permanecer en el municipio pero su defensa es simple: teme por su seguridad, denunció que hace unos diez días tiene un nuevo vecino, se mudó al apartamento de un piso inferior.  Lo describió como un señor muy extraño, que no es de Obando, donde todos se conocen porque son apenas quince mil habitantes. Que anda con radioteléfonos y nadie sabe quién es ni de dónde viene.  Por eso Óscar Marino cuando está en su tierra duerme cada noche en lugares diferentes.

“Yo soy como muchos de Obando, como `israelitas´ en nuestro propio pueblo,  otros se han tenido que ir” afirmó.

El comandante de la policía Valle, el coronel Fernando Murillo,  le ofreció acompañamiento policial sólo para el momento de la inscripción. Le dijo que según sus alcances era lo único que podía hacer y le recomendó contactar a la Unidad Nacional de Protección, trámite que ya está en curso.

Mientras este candidato a la alcaldía no puede, como cualquier aspirante, recorrer tranquilamente las calles de su municipio, ve como personas que hacen parte de la estructura de la alcaldesa Ospina que han sido amenazadas gozan de fuertes esquemas de protección.

La persecución para Badillo, según indicó, empezó en la pasada campaña que perdió.  Su votación sumada a la de Audón Galvis, otro de sus contendores electorales, que para esta ocasión es su fuerte aliado, superaba a la actual alcaldesa por más de 600 votos.

Según el censo electoral de Obando en este municipio votaban para esa época unas seis mil personas, pero en los resultados votaron extrañamente mil personas más. Aunque denunciaron trashumancia electoral, las autoridades argumentaron extemporaneidad y el caso nunca fue resuelto.

Badillo aseguró que la alcaldesa de Obando lo odia por estar en otra orilla política y que ella nunca se ha caracterizado por hacer política, es contadora y no tiene cercanía ni buena relación con la comunidad.

Óscar Marino Badillo también es contador pero se ha hecho a pulso, pasó de ser vendedor puerta a puerta, a un especialista en administración pública, fue presidente del concejo de Obando y dos veces concejal obteniendo la más alta votación, fue director de la Oficina de gestión del Riesgo del Valle y  cuenta con el apoyo político de los senadores conservadores Mauricio Delgado y Álvaro López Gil.

Hoy espera llegar a la alcaldía con el apoyo de una alianza multipartidista de Cambio Radical, el Partido Verde, el Conservador y el Mira. Está seguro que si no lo matan o no le hacen fraude electoral puede ganar la alcaldía de Obando, otro municipio en el norte del Valle donde parece que la oposición merece ser callada a tiros.

Entrevista Óscar Marino Badillo:

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