Un monstruo que devora lodo está, en este momento, tragando toneladas a ocho metros de profundidad en el norte de Barranquilla sin que muchos lo sepan.
Pesa casi tres toneladas y avanza a siete metros por hora abriendo un agujero horizontal por donde va dejando a su paso instalada una tubería de dos metros de diámetro que canalizará un caudal de agua, cuando llueva, que sería capaz de llenar una piscina olímpica en pocos minutos.
Se trata de la canalización del Arroyo de la María que tiene casi un kilómetro de longitud y que lleva aguas cada vez que llueve desde el norte de Barranquilla hasta el Río Magdalena, como un cauce que aparece de la nada y es capaz de arrastrarlo todo.
La Historia:
Alguna vez un ministro de Obras Públicas cachaco le dijo a los Barranquillero que debían trasladar la ciudad a otra parte porque sus arroyos la hacían inviable. Eso para los habitantes de esta capital del caribe colombiano fue más un desafío que una sentencia, de esas que hace la gente del interior sin conocer el talante de los barranquilleros.
En el primer gobierno Char hace ya casi 10 años y en el de su sucesora Elsa Noguera, las autoridades distritales se impusieron como meta domesticar estos animales dormidos a los que llaman arroyos y a los que despierta furiosos el agua cuando llueve y con una multimillonaria inversión canalizar los kilómetros de problema en los que se convirtieron en la ciudad.
El inconveniente, adicional al del arroyo mismo, era lo traumático de la obra para los ciudadanos, porque canalizar un arroyo según los expertos es como construir los socavones de un metro.
Los ingenieros, según las empresas contratistas, no solo deben luchar contra el tiempo sino contra la propia lluvia porque el arroyo sigue manifestándose en obra cuando aparecen las precipitaciones súbitas en épocas de cambio climático llevándose, esta vez, los materiales de trabajo y trayendo con él toneladas de basura.
El de la María parte en dos la historia de las canalizaciones realizadas hasta hoy porque se hace con una tuneladora que elimina en gran parte los problemas que supone los canales que se construyen a cielo abierto.
Luis Eduardo Barrios, Ingeniero de Aconstruir, empresa contratista encargado canalizar el arroyo de la Maria le explicó o a Las2Orillas cómo funciona el asunto:
“Se trata de una estructura de gran dimensión que se fabricó en Francia y que ahorrará un 30 % en tiempo en la ejecución de la obra, tenemos 16 meses para terminarla y creemos si Dios, la virgen y el tiempo lo permite hacerlo en 12”.
Lo más importante según Barrios es que los habitantes de Barranquilla no se darán cuenta que debajo de sus pies se perfora y simultáneamente se está instalando una tubería por donde la María dejará de ser una invocación divina para convertirse en una solución eficiente, rápida y segura a uno de los problemas más grandes de la historia de Barranquilla, sus arroyos.
La Tuneladora vio la luz al final del primer túnel esta semana y la celebración fue monumental. Nunca se había usado esta tecnología en la ciudad que demostró que contratistas y administración pueden trabajar unidos para ahorrar tiempo y molestias a una comunidad que ya se aguantó los arroyos en el pasado y no quiere soportar molestias por las obras en el presente.
