Somos 1500 abuelos los que conformamos la asociación del adulto mayor de San Pablo, sur de Bolívar. La Casita del Viejito Feliz es un ancianato que cuenta con un aporte de la alcaldía que no es suficiente para la alimentación diaria, por lo que muchas veces la comunidad debe salir a hacer recolectas para apoyarlos. Yo Hilda, como presidente de la asociación de adultos mayores ‘Vivir Mejor’, soy testigo de que en la alcaldía de Emilio Brito nos daban el almuerzo en unos comedores comunitarios y nos entregaban $130.000 cada dos meses para nuestras necesidades básicas. En Simití, Puerto Wilches y otros municipios alrededor pagan $150.000 pero aquí se han hecho los de la vista gorda. Hace dos años, desde que el actual alcalde Cristóbal Vanegas, llegó al poder, nos hemos quedado sin la asistencia de los comedores.
Hay muchos ancianos que no han querido recibir en La Casita del Viejito Feliz porque tienen familia y entonces se han tomado el parque para habitar; allí duermen, hacen sus necesidades, comen y se la pasan allí porque no tienen un lugar a donde ir.
De igual forma, no contamos con un centro cultural ni de recreación para los adultos mayores. Necesitamos instrumentos musicales como: tamboras, máquinas para ejercitarnos, elementos para hacer manualidades. Hace 10 años conformamos un grupo musical llamado ‘Las veteranas y Lucho Flores’ que participaba de las actividades del municipio, pero últimamente por falta de instrumentos musicales y vestuario no hemos podido seguir haciendo nuestros espectáculos.
Esto contribuye a la extinción del legado cultural que nosotros podemos dejarle a los jóvenes para que sigan llevando la cultura de San Pablo de generación en generación.