El Estado colombiano ha venido trabajando, desde hace más de tres décadas, en planes que buscan construir paz territorial en aquellas regiones azotadas por la guerra. Esto es, que las políticas de pacificación se han implementado de manera transversal a los operativos militares.
Por tanto, muchas veces estos planes se veían permeados por una óptica sesgada, que únicamente consistía en llevar Estado a aquellas regiones afectadas por la guerra para liberarlas y fortalecerlas institucionalmente. Esto, a priori, no está mal, pero para generar desarrollo en un municipio no se puede partir del dogma de que la solución es mayor presencia militar o de instituciones estatales. La problemática va aún más allá.
Ahora, en pleno escenario de postconflicto, el Estado aún sigue teniendo una deuda inmensa con más del 40% del territorio nacional. Es lamentable reconocer que municipios que en el marco del Plan Nacional de Rehabilitación (impulsado por el Gobierno de Belisario Betancur) figuraban como urgidos de recibir la acción inmediata por parte del Estado, hoy por hoy sigan apareciendo en esa lista.
En RÓTULOS no desconocemos esta problemática y nos inquieta mucho que no ha habido un Plan claro por parte del gobierno para impulsar la paz territorial una vez se firmen los acuerdos con la guerrilla.
Es por esto que decidimos plantear el debate y consultar con un experto que nos diera mayor claridad sobre los inconvenientes que perduran y que el Estado tendrá que asumir ahora con más responsabilidad que nunca.
Nuestro invitado para este rótulo no es otro que el analista Ariel Ávila. Grandes recomendaciones y muchas conclusiones. Vean ustedes cómo fue el rótulo de Ariel: