..."Las calles no dan", dice Luis Francisco Bohorquez y lo que creo que pasa es que a nuestro alcalde no le da la cabeza para administrar esta ciudad, mejor dicho, no le cabe en la cabeza una ciudad para la gente. Mejor dicho: Le quedó grande Bucaramanga.
Pensar en espacios para ciclistas es una decisión muy simple pero requiere de una acción muy compleja para este Alcalde: pensar; y otra de alto riesgo: documentarse.
Me hubiese gustado mucho que Luis Francisco Bohorquez hubiese asistido, participado y escuchado con atención a todos y cada uno de los ponentes del Forum Mundial da Bicicleta (World Bicycle Forum); testimonios de ciudades en donde jamás se pensó en ciclistas, donde el rey era el carro, donde los peatones fueron segregados y que hoy son ciudades para la gente, pero no por sí mismas, sino porque hubo voluntad política. Creer que sí hay vías para los carros, pero no para las bicicletas es desconocer una tendencia mundial, unos discursos urbanistas actualizados que no se basan en prohibir, en restringir, sino en compartir y en encontrar espacios para todos. Luchito, ¿Muy difícil?
Qué tristeza cuando uno de sus máximos dirigentes dice que "La ciudad no está preparada para las ciclorutas, porque no se puede construir sobre lo construido y no voy a arriesgar a los ciclistas sobre vías muy transitadas". Y que luego agrega: "la amplitud de las calles no da para pensar en los "caballitos de acero". Señor alcalde Luis Francisco Bohórquez, es la "amplitud" de su mente la que no deja. Desmenucemos esto, porque de verdad que es preocupante:
¿Una ciudad debe prepararse para la buena calidad de vida y el beneficio de la gente -no de la industria -no de los intereses particulares -no de la ingnorancia administrativa? ¿No? ¿Sí? ¿No se puede construir sobre lo construido? ¡Ah! Pero sí se puede tumbar un parque (que en su momento fue una construcción), sí se pueden talar cientos de árboles, sí se puede reconstruir vías sobre andenes, todo para darle prelación a los autos que siguen desplazando al hombre de a pie y al grueso de la población que se moviliza en transporte público. ¡Eso sí se puede!
Y bueno, ¿quién dijo que toca "construir" ciclorutas?
Señor alcalde, las ciclorutas si no se construyen, se pintan, se designa un espacio de la vía la cual usted tanto favorece para los autos. A una ciudad le cuesta menos ubicar espacios para la movilidad en bici que espacios para mover una persona por tonelada de chatarra. Lo que quiero decir es que darle espacios exclusivos a ciclistas y biciusuarios requiere menos infraestructura. Y, además de un tema de espacios e infraestructura, también es de educación en la vía, cosa que acá no hay.
Ahora, ¿acaso alguna vez nuestro alcalde social, funcionario público, se ha acercado a hablar con los ciclistas -excepto a aquellos que se prestan para sus falacias y mentiras? No. La respuesta es No. Entonces ¿ahora sí se preocupa por nuestra vida? Si se preocupa, entonces, dibujemos ciclorutas, quite las señalizaciones* y dele prelación a quienes caminamos y nos movemos en bici. Y, además, es por las vías principales que se construyen bicicarriles, solo que acá quienes aprobaron el POT no han leído el manual de Ciclociudades, ni tienen remota idea de urbanismo y tampoco son ciclistas, entonces aprueban un POT que no sirve. Pero para conocer sobre el tema hay que leer, explorar, hablar con colegas y gente que sí lo está haciendo, caminar y pedalear.
Y, si la apuesta por la bicicultura está en la construcción de una ciclorruta pegada a la nueva vía Bucaramanga - Girón, entonces sigamos creyendo que la bici acá solo se mueve para ir a ciclopaseos y que eso es ciclismo urbano. Error.
Finalmente da tristeza que se cambien árboles por autos. ¿Acaso a ustedes no les duele que cada vez se respire mas esmog y menos oxígeno? ¿No tener sombra? ¿No les preocupa?
Por favor. Ya sabemos que Luchito no pudo. Para la próxima votemos bien.
*Hace poco mas de quince días hablé personalmente con Rafael Horacio Nunez Latorre, se comprometió conmigo a revisar las señalizaciones de prohibido bicicleta. Hasta la fecha, sigo esperando su llamada. Sin embargo, el mismo Ministerio de Transporte me está asesorando en esto y como biciusuaria, como mujer que educa a otras mujeres para que se suban a la bici y como ciudadana, sigo con mis aportes. Yo sí creo en una ciudad para todos. Sí creo en que la presión social conquista territorios. Sí creo en la bici.