Desde el pasado 2 de agosto del 2023 que el presidente Gustavo Petro presentó la terna para Fiscal General conformada por las tres mujeres, Amelia Pérez, Ángela María Buitrago y Amparo Cerón, tomó fuerza la tesis de que sería ésta la primera vez se iba a elegir un (a) fiscal que no fuera de la confianza del Presidente. La percepción no cambio con la llegada a la terna de Luz Adriana Camargo en reemplazo de Amparo Cerón.
El país fue testigo de cómo se fue dilatando la elección, al tiempo que el nombre de Amelia Pérez se fue consolidando como favorita al punto que el jueves 22 de febrero había completado 13 votos, mientras su inmediata competidora Luz Adriana Camargo contaba con 7 votos mientras Ángela María Buitrago alcazaba solo 3 votos.
La seguridad con que avanzaba le había dado para incluso empezar a conformar su equipo de trabajo y entre los nombres que consideraba para que la acompañara estaba el de José Freddy Restrepo García, fiscal ante el Tribunal de Cali y ex presidente de Asonal Judicial Nacional de Carrera. Fue la primera sorprendida cuando en la ronda siguiente, la del 7 marzo un giro inesperado en la votación que colocó a Camargo en un empate con Pérez, cada una con 13 votos.
En su momento se aseguró que la Corte le había dado la espalda a Amelia Pérez por unos trinos de su esposo el también ex fiscal Gregorio Oviedo contra la Corte Suprema de justicia publicados 7 años atrás. Esa tesis parece improbable y muy poco seria pues sus comentarios habían sido no contra la institución de la Corte sino contra los magistrados del Cartel de la Toga acusados de corrupción en un escándalo que se destapó y el país conoció en 2017. Varios de ellos, además de otras personas capturadas terminaron condenados.
Surge una pregunta clave: ¿Por qué la Corte Suprema descartaría a la candidata Amelia Pérez, quien les había merecido su respeto, admiración y apoyo reflejado en los votos iniciales? ¿Por unos trinos de esposo aludiendo a varios magistrados a quienes se les probaron actos de corrupción que la misma Corte condenó? ¿Sería éste el fundamento para que profesionales tan estudiosos y formados como los magistrados descartaran a alguien que se proyectaba como la mejor candidata a ser fiscal general? ¿Por qué debía responder Amelia Pérez por comentarios de su esposo?
¿No se violaría el debido proceso administrativo al castigarla por actos de un tercero? ¿Se trató todo esto no más que una burda excusa para esconder aquello que pasó tras bambalinas entre la penúltima y última votación?
A esto se suma la extraña reunión del Presidente en el apartamento del Ministro de justicia Néstor Osuna en la que se habría dado un acuerdo entre Gustavo Petro y la Fiscal (e) Mancera pero que fue explicada por cada uno de ellos de manera disímil dando versiones contradictorias. El interrogante sigue abierto sobre lo sucedido a puerta cerrada en la víspera de la votación en la Corte Suprema para elegir la Fiscal para el período 2024-2028.
Los movimientos en la Corte Suprema
Amelia Pérez de todo esto a las 9 pm de la noche anterior a la votación del 12 de marzo. Supo entonces cual fue el motivo real para que la votación hubiera cambiado drásticamente en su contra en cuestión de días. Se trató de un arreglo secreto con magistrados de la Corte liderados por el magistrado Luis Hernández quien asumió el rol de jefe de campaña de Luz Adriana Camargo y como tal logró reversar la votación a cambio de puestos al viejo estilo clientelista de otras épocas.
Por ello varios de los cargos que nombrará Luz Adriana Camargo, como el de Hernando Barreto, no serán de iniciativa propia sino fruto de los compromisos adquiridos previamente para asegurar su elección.
El magistrado Aroldo Quiroz también hizo parte de los acuerdos y postuló el nombre de Pedro Mestre para la dirección ejecutiva de la entidad un poderoso cargo que maneja los recursos, presupuesto, planta de cargos, contratos y mucho más. Estos dos magistrados salen de la Corte este abril y de allí la prisa para que la elección se realizara en la sesión del 12 de marzo.
Este acuerdo secreto logró algo contrario a lo que anunció el Presidente Petro cuando aseguró que las ternadas a fiscales no serian de su bolsillo; que serían independientes y sin compromiso alguno con él. Las cosas salieron distintas: si bien no habrá compromiso con el Presidente si lo habrá con los magistrados salientes de la Corte, quienes no ven con buenos ojos el gobierno de Gustavo Petro.
¿Nombrará Luz Adriana Camargo realmente el mejor equipo anticorrupción para combatir los años y décadas precisamente de corrupción en las entidades oficiales incluso en la Fiscalía liderada por Barbosa y Mancera o llegarán los postulados por los magistrados?
El futuro de la Fiscalía y la lucha anticorrupción y anti crimen organizado no dependerá solo de la Fiscal sino también de toda la planta de funcionarios de confianza y manejo que supera los 250 cargos. Si quedan entre ellos buena parte de la administración de Mancera y Barbosa, serán capaces de combatir los casos de narcofiscales, falsos positivos judiciales y otros mas señalados contra la cúpula de la entidad o parte del convenio secreto será: nada de investigaciones serias, hagámonos pasito.
Especial atención merecerán los directivos que nombren en Bogotá y Cali, dentro de las denuncias hechas los últimos meses contra la cúpula saliente de la entidad.
Seguramente si los que destaparon la corrupción de los paramilitares en Colombia con el allanamiento al Parqueadero Padilla, una investigación definitiva para develar los nexos de las AUC con elites sociales y políticas en Antioquia hubieran tenido apoyo en esa época nos habríamos ahorrado más de 6 millones de desplazados, más de 6402 falsos positivos y tanto sufrimiento en este país.
La elección de Amelia Pérez se hubiera entendido como un reconocimiento a todos esos años de lucha de dos profesionales da la justicia con una rectitud a toda prueba como ella y su compañero de muchas causas Gregorio Oviedo quienes pagaron su temple con muchos años de exilio.
Después de tantos años de atropellos y desidia del Estado, al enterarse de ese acuerdo secreto la noche anterior, la renuncia de Amelia Pérez terminó siendo un acto de dignidad, de los que poco se ven en estas épocas.