Los audios grabados por la alumna que fue sometida a presión por parte del rector de la Universidad del Atlántico, Carlos Prasca, para obtener favores sexuales fueron tomados seriamente por la Procuraduría. El rector utilizaba incluso la oficina de la rectoría como escenario para abusar de su condición, como quedó revelado en la grabación, escandalosos hechos que forzó su renuncia al cargo.
La Procuraduría en cabeza de Fernando Carrillo le abrió pliego de cargos al rector Prasca, quien había llegado al cargo apoyado por Alex y Arturo Char, por presunta extralimitación de funciones al utilizar su puesto para la supuesta obtención de favores sexuales de alumnas de la institución educativa, realidad difícil de desvirtuar frente al alto calibre de sus expresiones en los audios que se conocieron y que la Procuraduría validó y aceptó como prueba.