Ya se ha completado un mes del paro de los docentes y no se vislumbra una salida, simplemente porque un gobierno que pregona "Paz, Equidad y Educación" ha hecho que su eslogan se quede solo en eso: un eslogan.
Ante las marchas pacíficas que los docentes realizan a lo ancho y largo del país, se ha utilizado la violencia como el único medio para tratar de disuadir a quienes exigen que se cumpla una de las tantas promesas que el gobierno ha hecho y que ha incumplido: mayor inversión en educación.
El 14 de junio, en la vía Panamericana (Chachagüí, Nariño), aconteció algo que nos da esperanza en que la paz es posible aun en medio de la violencia: el ESMAD agredió con gases a docentes, mujeres y hombres, que pacíficamente buscan los medios para ser escuchados por el gobierno. La violencia es contagiosa y engendra más violencia; pero ese no fue el caso en esta ocasión, pues luego de los ataques, los docentes tuvieron un gesto con sus agresores, los buscaron y con abrazos apaciguaron los ánimos belicosos de los uniformados, que algunos años atrás fueron sus estudiantes; sin embargo, como el docente no deja de enseñar, creo que les dieron, no solo a ellos, sino a Colombia entera la mejor lección de sus vidas.
Con abrazos respondieron las maestras y maestros de Nariño a los ataques del ESMAD,,,,
Posted by Oscar H. Viveros O. on Wednesday, June 14, 2017
Concluyo, dijo Mary McCarthy "con la violencia olvidamos quienes somos", yo dijo ahora: ante la violencia demostramos quienes somos.