Robert Farah, número 1 del mundo en dobles, no pudo competir en el Abierto de Australia, primer Grand Slam del año, junto a su compañero Juan Sebastián Cabal por una investigación disciplinaria que anunciaron le abrirían por un supuesto dopaje por clembuterol, transmitido en un trozo de carne.
El tenista colombiano se propuso dar una batalla a fondo para demostrar su inocencia y para ello contrató una dura defensa judicial a nivel internacional liderada por Central Agencia Deportivo y en Colombia por los abogados Luis Fernando Salazar, Andrés Charria y Víctor Delgado. La Federación Internacional de Tenis reconoció con este documento que Falah nunca se dopó y puede regresar de inmediato a las canchas.