En una carta el exsecretario ejecutivo de la JEP, Néstor Raúl Correa, quien renunció el pasado 3 de abril, se fue contra la presidenta del tribunal Patricia Linares y aseguró que ella orquestó todo para quitarle las funciones que tenía su cargo y que habían quedado establecidas desde antes de escoger a los magistrados. Según Correa, Linares organizó un desayuno en el restaurante El comedor, en donde se reunió con Danilo Rojas, Catalina Díaz, Caterina Heyck, Rodolfo Arango, Iván González, Alejandro Ramelli, Eduardo Cifuentes y Yesid Reyes, los 9 magistrados que considera de su entera confianza y con los que armó el “Comité Estratégico”. Las fuertes acusaciones de Correa señalan puntualmente que “el objetivo del Comité Estratégico fue incidir y hacer lobby con el fin de modificar las funciones que se habían conferido al Secretario Ejecutivo en el Acuerdo de Paz, en el Acuerdo Especial de la Secretaría, en el Acto Legislativo y en el proyecto de ley estatutaria de la JEP". Cuando el Tribunal ni siquiera ha comenzado a funcionar, los mayores ataques, contrario a lo que se pensaba, no llegaron de afuera ni de los opositores a los acuerdos de La Habana, sino desde la misma JEP.
Los 9 magistrados a los que les estorbaba el secretario ejecutivo de la JEP
Néstor Raúl Correa se destapó con una carta en la que muestra la dura pelea interna por el control de la burocracia en el tribunal de paz