Cuando el general William Salamanca en abril del 2023, fue traído de regreso a la Policía Nacional por el presidente Gustavo Petro para que portara no solo el uniforme sino para ser ascendido a la Dirección General, ya habían sido retirados 22 generales. No se había cumplido aun el primer año de gobierno. Diez de ellos se los llevó por delante para despejarle el camino hacia la dirección a un general aferrado a sus convicciones religiosas, el General Henry Sanabria. Llegó entonces a la cúpula la general Jaqueline Navarro Ordóñez como subdirectora, decisión que mando a colgar el uniforme a 12 generales más.
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Fue un revolcón significativo. En ese momento la Policía pasó de tener 40 generales ocupando los más altos cargos y direcciones dentro de la institución a quedarse con tan solo 18, quienes fueron reubicados por el nuevo comandante quien debió interrumpir sus días tranquilos de Cónsul General en Miami para sumir su nuevo cargo.
La salida del general Sanabria como director y de la Policía se dio ocho meses después de haber sido posesionado. También fue una salida cantada. Choques con el ministro de Defensa Iván Velásquez y con el mismo Gobierno sumado esto a un comportamiento religioso, entendido por muchos como un fanatismo que lo llevó incluso a meterse con la vida privada de sus subalternos, condujeron a su salida como director general de la Policía.
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El cónsul William Salamanca, uno de los uniformados más cercanos y fieles a Gustavo Petro, ya sin el rango de policía, fue llamado de urgencia. La conversación entre el expolicía con el presidente fue rápida. La orden de Petro fue directa. Le daba la confianza que necesitaba y para entronizarlo pasó por encima de los generales activos que hacían fila para asumir el mando de la institución.
La confianza de Petro con Salamanca, una vieja historia
El Presidente conoció a Salamanca hace casi quince años, en el 2010, cuando este se desempeñaba como el coronel responsable de la seguridad de los congresistas. Petro era entonces un reconocido senador, aunque los años fogosos de debates radicales contra el paramilitarismo se habían dado un tiempo antes en el escenario de la Cámara de representantes. Petro recuerda como el mejor debate de su vida aquel en el que denunció el paramilitarismo en Antioquia y sus relaciones con el poder establecido.
El hoy presidente era un parlamentario amenazado al que había que atender con cuidado. Se construyó una confianza que una vez Petro expresó su interés de dejar el parlamento para buscar cargos ejecutivos, empezando por la Alcaldía de Bogotá, el entonces coronel estaba listo a decir presente.
Mientras Petro ejercía como alcalde de Bogotá trabajó muy de la mano Salamanca, quien en ese momento estaba al frente de la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía, una unidad que priorizaba la niñez y la adolescencia, por lo que la relación entre los dos fue constante.
A parte de la amistad construida durante aquellos una de las razones por las que Petro incrementó el interés en Salamanca fue la pelea que el general dio entre 2019 y 2020 contra el entonces director general de la policía Óscar Atehortúa.
Por aquel tiempo Salamanca estaba en el cargo de Inspector general y con un proyecto de casas fiscales en el Tolima encontró presuntas irregularidades que al parecer comprometían a Atehortúa. Iván Duque movió la cúpula y terminó sacándolos a los dos. Fue el aparente final de la carrera policial de Salamanca hasta que Petro lo rescató del retiro.
Los uniformados que rodean a Salamanca
El último remezón en la policía se hizo el pasado mes de octubre. Salamanca, bien sentado en la silla pidió el retiro del subdirector Tito Yesid Castellanos sobre quien pendían cuestionamientos y rumores de relacionamientos con estructuras ilegales para reemplazarlo con quien es su mano derecha: el general Nicolás Alejandro Zapata, quien venía de la dirección de antinarcóticos.
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Con este movimiento cayeron los generales Carlos Fernando Triana Beltrán, entonces jefe de la Inspección General y Carlos Humberto Rojas Pabón, director de la oficina del servicio nacional de Policía.
En Bogotá Salamanca trabaja de la mano, en el día a día con seis Brigadieres generales. Con este grupo maneja la estructura nacional de la Policía. lo componen a parte de su subdirector, la Brigadier General nacida en Boyacá Olga Patricia Salazar, quien lo ha acompañado durante muchos años en algunos de los cargos que tuvo, una abogada de profesión de toda su confianza que ha estado en la dirección de la Dijin y que hoy está en la jefatura Nacional de la Administración de recursos de la institución.
También trabajan de la mano de Salamanca su secretario general el BG Hernán Alonso Meneses, sobre quien pesa la ejecución del presupuesto y las decisiones administrativas.
Uno de los cargos más importantes para el general Salamanca, en el que ubicó a otro policía de su entera confianza es la Inspección General, cargo que él tuvo antes de que Duque le pidiera la baja como policía. En la inspección puso al BG William Rincón Zambrano, un bogotano graduado en Derecho de la Universidad Libre y especialista en Investigación Criminal, Procesamiento de la Escena del Crimen, también en Derecho Penal y Procesal Penal.
Otra de las mujeres oficiales cercanas a Salamanca y quien tiene ganada su confianza es la BG Sandra Patricia Pinzón, una odontóloga especialiaza en temas médicos y administración médica, a quien ubicó en la dirección de Sanidad de la Policía
Muy cerca del director general también está el comandante de la Policía de Bogotá, José Daniel Gualdrón, un policía que primero fue soldado , luego suboficial de la policía, hasta que pudo pasar a la escuela de oficiales, lleva 35 años vistiendo el uniforme de policía.
La Jefatura Nacional de Servicio de Policía quedó en manos del B. general José Luis Ramírez Hinestroza, un tolimense que hizo su vida en Bogotá desde muy niño, que terminó graduado en administración policial y Especialista en Pedagogía para la Educación Superior de la Universidad Santo Tomás, lo que lo ha llevado a ejercer como director de varias escuelas de policía y director de la unidad antinarcótico.
Al frente de la Dirección de Bienestar Social está el brigadier general Heinar Giovany Puentes Aguilar.
¿Quiénes están en las regiones claves de Colombia?
Al frente de la conflictiva regional 6, con el Clan del Golfo y sus extorsiones a la orden del día, en los departamentos de Córdoba, Chocó y Antioquia, está el brigadier general Arnulfo Rosemberg Novoa, un policía de 33 años de servicio, quien tiene en su hoja de vida la comandancia del Cauca y del Valle de Aburrá, así como el haber sido agregado de Policía en Francia y Director de Incorporación y Director de Inteligencia Policial.
El experto en antinarcóticos e investigador de químicos, el brigadier general Herbert Luguiy Benavidez Valderrama está asignado al distrito de Barranquilla después de haber estado con la misma función San José del Guaviare, Santa Marta y Antioquia. Ya había sido subcomandante de la policía de Bogotá. Un trabajo que complementa con el del BG. Jorge Antonio Urquijo cuya responsabilidad es más regional en el Atlántico: trabaja desde Barranquilla pero cubre los municipios de Soledad, Malambo, Puerto Colombia y Galapa.
Al general José James Roa Castañeda lo asignaron a la Región de Policía No. 5, conformada por los departamentos de Norte de Santander, Santander, Magdalena Medio y Arauca. Este ingeniero agrícola, que parte de su vida laboral la ha centrado en la erradicación de cultivos y en la lucha contra el narcotráfico lleva 28 años con el uniforme.
El general Oscar Andrés Lamprea Pinzón llegó a la comandancia del Valle de Aburrá de ser el director de tránsito y transporte, cargó que le entregó su especialización en investigación de accidentes de tránsito y en seguridad.
El B. general Wharlinton Iván Gualdrón Gualdrón también es boyacense, lleva 29 años en la policía y hoy está a cargo de la región 8 que agrupa los departamentos de Bolívar, Cesar, Sucre, Guajira, Magdalena y Atlántico. Es administrador Policial, Administrador de Empresas, Profesional en Criminalística y Especialista en Seguridad Pública.
Este es el equipo con el que se la tiene que jugar el general William Salamanca, además de garantizar la seguridad en la Casa de Nariño y realizar los acuerdos internacionales de alto nivel como el que acaba de realizar con el recién nombrado Presidente de Panamá, José Raúl Mulino, para el tema del control de la frontera en el Darien, para lo cual acompañó al Presidente en la reunión bilateral.
