La imagen de la periodista Lorena Beltrán en la portada de El Espectador del pasado 3 de julio, mostrando sus senos destrozados por una mala cirugía plástica, quedó grabada cómo un símbolo de la lucha de varias mujeres que se atrevieron a mostrar las secuelas en sus cuerpos por cirugías mal practicadas para conseguir que en Colombia se tomen medidas de fondo y que esto no siga ocurriendo con toda impunidad. Varias de ellas tienen huellas imborrables y otras tantas han muerto víctimas de carniceros que se hacen pasar por cirujanos plásticos sin que en el país exista una regulación que brinde tranquilidad a quienes acudan a practicarse estos procedimientos quirúrgicos.
El problema se hizo visible gracias a una investigación de Noticias Uno que comenzó el pasado 15 de mayo. La periodista Johana Fuentes retomó el caso de su colega Lorena Beltrán quien comenzó una campaña en sus redes sociales llamada #CirugiaSeguraYA y centró sus denuncias en el cirujano Francisco Sales Puccini quien, según Beltrán, le había destrozado sus senos en una operación mal practicada.
El tema no quedó ahí y el caso generó nuevas preguntas: ¿Cómo se había acreditado de cirujano esta persona que operaba en Colombia y tenía varias denuncias por procedimientos mal practicados?
El caso de Francisco Sales Puccini era sólo uno de 39 médicos que tomaron un curso por horas en la Universidad Veiga de Almeida en Brasil, y que consiguieron que el Ministerio de Educación de Colombia les convalidara esos cursos como posgrados profesionales con lo que tendrían luz verde para ejercer como cirujanos plásticos en el país.
Las convalidaciones se entregaron a finales de 2014 durante la administración de Gina Parody en el Ministerio de Educación.
En el ministerio quien le puso la cara al problema en un principio fue la exviceministra Natalía Ariza. Dos días antes de la primera publicación de Noticias Uno del 15 de mayo, (desde entonces el noticiero ha publicado más informes), salió adelante y ofreció una rueda de prensa previendo lo que sería la denuncia del fin de semana. Ese día dijo que el Ministerio suspendía las acreditaciones de cirujanos en trámite y dijo que, para disipar las dudas, enviaría una comisión especial a Brasil para revisar los títulos de estos 39 cirujanos plásticos. La comisión integrada por su primer anillo de confianza de la ministra tomó un vuelo a Rio de Janeiro y se reunió con los representantes de la Universidad Veiga de Almeida.
Sin embargo, el presidente de la Sociedad Brasilera de Cirugía Plástica Luciano Chávez, dejó en claro que los títulos entregados por la Universidad Veiga de Almeida no son un curso de reconocimiento cómo especialización en cirugía plástica y que las tres entidades brasileras certificadas de cirugías no reconocen ese curso. Pero además cuestionó la visita de la comisión del Ministerio de Educación a Brasil. Dijo que el Ministerio colombiano no se preocupó por tener una reunión con la Asociación Médica Brasilera, ni con el consejo federal de Medicina y tampoco con la sociedad Brasilera de Cirugía Plástica; los tres gremios importantes de cirugía plástica en Brasil.
Las horas de acreditación y la respuesta de la ministra Gina Parody
El pasado 13 de julio la ministra de Educación convocó a los periodistas a una nueva rueda de prensa para dar anuncios sobre este mismo tema. Se presentó junto a Álvaro Flórez, representante de una sala de la Conaces –expertos que dan las convalidaciones de los títulos–. El ministerio había presentado un informe en el que decía que los médicos que hicieron “cursos de fin de semana en Brasil” habían cursado las horas necesarias para acreditarse como cirujanos.
Ese día la periodista Johana Fuentes, que tuvo la oportunidad de hacer sólo una pregunta, pidió una explicación referente a las horas cursadas por estos médicos y acreditadas frente al Ministerio de Educación. Uno de ellos le había contado en cámara que los cursos se hacían en viajes esporádicos los fines de semana por lo que no le concordaba con los datos entregados la Ministra Parody en los que sostenían que los médicos habían acreditado 14 mil horas.
La respuesta del ministerio y del representante de Conaces fue precisa: ‘’Las horas presenciales, los certificados que ellos adjuntan en sus carpetas están debidamente apostillados y validados por la universidad Veiga de Almeida así como por el coordinador de rotaciones. Al hacer la revisión de las horas cursadas nos arrojan ese número de horas, así que el análisis que hacemos es con base en la información que allega el convalidante en sus carpetas y de esa es que estamos generando las conclusiones en este evento’’, dijo Flórez y agregó la ministra que: ‘’Lo primero y más importante, las convalidaciones en Colombia no son un requisito habilitante, eso que quiere decir que con convalidación o sin convalidación puede realizarse cirugía en Colombia’’.
La respuesta que dio la ministra fue rápidamente desmentida en otra nota de Noticias Uno.
El propio ministerio había suministrado copia de las carpetas que presentaron en su momento los médicos para conseguir la convalidación de sus títulos. En las carpetas se dice claramente que los médicos cursaron 2.616 horas de clases, una cifra totalmente alejada a la entregada por la ministra en su última rueda de prensa.
Dos días antes de esta publicación la ministra también se le había adelantado al informe a través de un video divulgado en su cuenta de twitter. Dijo que el pasado 08 de julio un ciudadano anónimo había allegado información a su despacho sobre la presunta comisión de delitos por parte de médicos para lograr la convalidación de sus títulos. Se trataba de los mismos 39 médicos de la Universidad Veiga de Almeida de Brasil a quienes la ministra procedió a denunciar ante la Fiscalía.
Según la ministra esa primera información que la llevó a denunciar ante la Fiscalía, la recibió el 08 de julio y el 13 de julio manifestó en la rueda de prensa que las convalidaciones de los cirujanos estaban en regla.
Denuncia ante la @FiscaliaCol por presunto fraude de médicoshttps://t.co/VgHEvK5zqx
— Gina Parody (@ginaparody) July 16, 2016
La Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, que reúne a todas las sociedades de prestigio en Colombia en especialidades de oftamología, cirugía plástica, pediatría, y otras, emitió un comunicado en el que criticó a la ministra Parody: "La ACSC ve con alarma los alcances de la declaración de la ministra de educación Gina Parody respecto de los falsos especialistas que realizan cursos en el exterior, reciben certificaciones y, finalmente, son convalidados en el país sin las mínimas exigencias académicas que garanticen al país su idoneidad (…) Avizoramos que el enfoque que se le pretende dar es por la vía de la autenticidad de los cursos y certificados emitidos por ciertas universidades, como justificación de las convalidaciones”.
Aunque a la periodista y víctima de uno de estos cirujanos Lorena Beltrán contactó a la ministra a través de su vice ministro Francisco Cardona para escuchar sus inquietudes, tampoco quedó tranquila con las respuestas del ministerio frente al tema: “Me parece una respuesta insuficiente e irrespetuosa con las víctimas. Quiero aclarar que nadie discute la legalidad de la universidad, ni de los programas exprés, lo que se discute es que esos cursos exprés no son equivalentes a especializaciones, y al dar el aval, el Ministerio de Educación incurrió en un grave error que entiendo que no va a corregir por el momento. En especial sobre los títulos que ya dio. Esto hace que siga poniendo en alto riesgo la salud de las pacientes. El Min Educación no se puede escudar en un simple examen de legalidad, sino que se debe exigir un examen de idoneidad y ser más rigurosos en las condiciones para otorgar estas convalidaciones. Me da tristeza cómo las víctimas recibimos una respuesta tan irrespetuosa y poco solidaria. Celebro que ahora quieran impulsar el proyecto de ley, pero con eso no pueden evadir su responsabilidad. Además ese proyecto se hundió en la pasada legislatura, no solo por el lobby que denunciaron los congresistas, sino por vacíos que deja sin resolver y micos colgados a última hora. Eso hay que resolverlo en el nuevo proyecto”.
La ministra Gina Parody, que salió a hacerle frente al tema hace dos semanas cuando congresistas como Ángela María Robledo, Claudia López, y Marta Lucia Ramírez alzaron el tono de sus reclamos para que desde el Ministerio se comenzaran a tomar medidas, se comienza a mover rápido y aunque ha dicho que como mujer le duele que mujeres sean víctimas de estos cirujanos no ha podido explicar por qué el ministerio le entregó convalidaciones a sus títulos que no son aceptados como tales en Brasil.