En el Puesto de Control Migratorio del corregimiento de Paraguachón, por donde cruzan las personas que transitan entre Colombia y Venezuela, diariamente se paran decenas de autoridades migratorias y Fuerza Pública. La frontera, cerrada en su momento por la pandemia, impedía el paso de cientos de migrantes… por lo menos de manera legal. A solo 100 metros de este puesto está la trocha ´La Cortica´, que había sido “clausurada” en 2019 por autoridades colombianas, pero que en la realidad es una de las más transitadas por los migrantes.
La travesía parece un viacrucis; familias completas viven en el suspenso de si llegarán al otro lado de la frontera o no. Deben pasar el río, a la hora que sea, incluso sin energía por la deficiencia del alumbrado público. Durante el recorrido hay varios “peajes”, que no son más que una cuerda o una cadena, a la que popularmente llaman “mecate” y que impide el paso del vehículo. Una vez es detenido, quienes controlan el retén cobran por el paso de cada uno de los pasajeros. Si llevan bolsas con comida, por cada una de estas se cobran $100.000 pesos para poder ingresarla. Y, en caso de no tener el dinero para pagar por esto, son despojados de sus pertenencias para saldar la deuda.
Muchas personas viven de la existencia de las más de 200 trochas que hay en La Guajira. Los trabajos incluyen ofrecerse a llevar la maleta de los que caminan por las trochas, pero la verdad es que nadie es capaz de entregar sus cosas, la desconfianza reina y el ambiente es tenso. El que va sin nada lo dejan pasar, pero normalmente cobran por bolsos y maletas. Y si no hay dinero, tienen que entregar ropa. Todo el que pasa por ahí tiene que dar su “colaboración”, como llaman a los peajes ilegales que les cobran.
Muchas veces los migrantes llegan a los retenes finales sin dinero y sin sus pertenencias, por lo que son sometidos por parte de grupos armados a diversas formas de violencia para poder continuar su recorrido. La realidad es que el cierre de pasos regulares como barrera contra el virus no fue eficaz y terminó por fortalecer el control e interés de grupos criminales y bandas por las trochas en La Guajira, así como un aumento del número de personas que las utilizan para pasar sin ningún tipo de control epidemiológico.
Lo que cuesta llegar desde Maracaibo a Maicao está entre los 80 y 120 dólares por persona, entre 290 mil a 440 mil pesos. El valor varía dependiendo de la cantidad de retenes que se tengan que cruzar y el tipo de transporte al que se acceda. La única forma de ingresar a Maicao desde Venezuela es por vía terrestre; o caminan, o compran un pasaje en una camioneta en la que caben entre 10 y 12 pasajeros y donde el costo está entre 80 y 90 mil pesos.
Con las fronteras cerradas, por más de 200 trochas en La Guajira han entrado y salido miles de migrantes. En Colombia hay más de 1 millón setecientos migrantes venezolanos, donde más de la mitad están como irregulares. Con el covid, 130mil venezolanos regresaron a su país. Una olla de presión que con virus o sin virus, iba a estallar.
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