Un decreto de la alcaldesa de Bogotá Claudia López definió las características de las únicas reuniones aceptadas en la ciudad que no pueden superar las mil personas. Esto obligó que organizadores de eventos como la Feria del Libro o el concierto de Alejandro Sanz, se vieron obligados a reprogramar conciertos que se habían organizado con un año de anticipación. Estos los eventos fueron cancelados.