Hace 24 meses el Mega Colegio Reina Isabel Segunda de Inglaterra, en Florencia (Caquetá) no tiene agua potable. Hace siete meses la misma institución se quedó sin el servicio de energía. Allí diariamente van a educarse 1000 niños los cuales han sido los más perjudicados por este tipo de absurdos. La falta de energía se debe a que se robaron el transformador, pero la empresa encargada del tema no la ha remplazado. Incluso, denuncian algunos padres que ni la propia secretaria de Educación del municipio ha hecho el más mínimo esfuerzo para agilizar el cambio de un simple artefacto que ha dejado a los estudiantes sin poder ver las clases de computación o los cursos que necesiten un televisor o un proyector. Pero lo más preocupante es que el servicio de agua potable no ha funcionado nunca. El colegio tiene que recurrir a los sistemas más precarios y artesanales para el uso de las baterías sanitarias. Por lo pronto no se ha presentado ninguna emergencia de salud, pero los padres de familia ya llegaron hasta el tope y algunos hasta dudan en enviar a sus hijos a un Mega Colegio que lo único que tiene es aquel rimbombante nombre.