1º DAR EJEMPLO. Toda organización está marcada por su líder. Si es una gritona, seguramente habrá gritos. Si es un politiquero, la politiquería reinará. Si es corrupto, en “todo el edificio” habrá quien robe. Si se deja manejar de otro: a pocos podrá manejar. Si está pensando en la siguiente campaña, a eso se dedicarán. Si poco le importa ser “popular”, a su equipo poco le importará comunicar los aciertos. Somos humanos, las manadas casi siempre copian el ejemplo… generalmente ¡el peor!
2º TENER CLARO PARA DÓNDE VA. Con lo dicho en el primer punto sabemos que la mayoría suben a politiquear, otros a robar, algunos a ambas y muy pocos a gobernar como estadistas. Los mejores tienen claro que, MÁXIMO se deben concentrar, desde el año uno, en CUATRO ejercicios: (1o) Crear oportunidades para empleos decentes y asegurar los medios de vida (2o) Apoyar prácticas inclusivas y negocios sostenibles (ONU). Promover Centros de Proyectos de Vida, CDI … Tranvía Eléctrico. Gran parque. Intervención al Centro Histórico. Gran renovación urbana. Cable … Los que considere: si en los CUATRO años se dispersa, difícilmente logrará esos grandes impactos: haga memoria ¿qué hicieron sus últimos 4,5,6 gobernantes?
¿En qué consiste estar preparado(a) para liderar a las nuevas generaciones?
3º TENER EQUIPO. Es de lo más complejo. Nunca olvidaré un politiquero que puso de jefe de desarrollo social a un veterinario. Necesita tener quienes conozcan de temas y de gestión del sector público. O del privado, pero, con enorme empatía e inteligencia gerencial. Que sean capaces de mover el mamut. Con el carácter para decirle (en privado) que se equivoca. De renunciarle (sin ruido) si es del caso. Hay pocos así. Muchos necesitan “jefes de gabinete”, “vice gobernantes” que actúen en su nombre, poniendo a interactuar egos, perdón, digo, secretarios y gerentes… por lo menos debe tener “gestores de proyectos estratégicos” con rango de secretarios o gerentes, pero concentrados EXCLUSIVAMENTE en los grandes ejercicios citados atrás.
4º PRESUPUESTO. Un gobernante tiene dos grandes herramientas: Dinero y Atención (agenda). Desde la visualización del plan de gobierno, del programa inscrito, al llegar al plan de desarrollo, necesita definir las prioridades presupuestales: los gobernantes nunca se miden por lo que dicen, sino por lo que hacen y por lo que dejan de hacer… y eso lo marca el presupuesto, las inversiones (reales). Debe tener un(a) expert(a) en hacienda pública. Una gran capacidad de gestión de recursos: De las primeras personas que debe reclutar son los “elaboradores de proyectos”
5º AGENDA. Hay una escena de “Juego de tronos” (HBO) donde la reina de los dragones tiene a 212 personas esperando ¡EN UN SOLO DÍA! Esa es la vida del gobernante. Su tiempo es oro. De allí la necesidad de tener los “clones” citados: personas que sean capaces de actuar “plenipotenciariamente en su nombre”. Su tiempo debe priorizarlo en los temas estratégicos y en sus encargados. Empero, si se queda en las alturas, y olvida su relación con “la gente”, en medio de la burocracia (llena de datos ¡SIN contraste!) perderá perspectiva. Un expresidente es el mejor referente de acierto con la agenda: Trabajaba más de 16 horas diarias (Sí, 16… Recuerdo a varios gobernantes que al mes o dos de llegar al cargo querían salir corriendo). La mitad de su agenda era SOLO lo estratégico, en esencia UN SOLO TEMA, de 4am a 12 m. Luego estaban todos los demás 12m hasta pasadas las 8 pm. Y el fin de semana era contacto directo con “comunidades”. Le dedicaba a su familia, creo, “parte” del domingo. (Sigue)
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