El Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe de Medellín es una fundación sin ánimo de lucro regida por el derecho privado. Entre los socios fundadores de la entidad están la Alcaldía de Medellín, la Sociedad de Mejoras Públicas, la Sociedad Colombiana de Orquideología y el Club de Jardinería de Medellín.
La participación del Municipio de Medellín en los proyectos adelantados y ejecutados por esta fundación ambiental, es determinante. “Tener este lugar abierto a la comunidad cuesta cerca de $1.400 millones anuales, para lo cual es muy importante contar con el apoyo de la Alcaldía, la cual aporta el 15 % de estos recursos”, indicó Diana Milena Arango Uribe, directora general del Jardín Botánico.
La Administración Municipal hace parte de la junta directiva de la fundación Jardín Botánico en la que participan los secretarios de Medio Ambiente y Gobierno de Medellín, Sergio Andrés Orozco Escobar y Santiago Gómez Barrera, respectivamente, este último en calidad de delegado del mandatario local.
En la actualidad este centro botánico tiene convenios y contratos vigentes con la Alcaldía de Medellín, a través de sus secretarías de Infraestructura Física y Medio Ambiente para el mantenimiento de zonas verdes y parques de la ciudad con su programa Jardineros Expertos; así como con la Empresa de Desarrollo Urbano, EDU, para tareas de silvicultura y siembra de árboles en los nuevos corredores verdes de la ciudad.
Nuevos proyectos en el Jardín Botánico
Cuatro de los 30 proyectos que se van a desarrollar hasta el año 2020 en el Jardín Botánico ya se encuentran muy adelantados, mientras que ocho más ya están asegurados tras superarse las expectativas financieras de la entidad para 2017, fijadas en $500 millones.
La meta de excedentes fue del 411 % debido a los $1.402 millones obtenidos el año anterior, recursos importantes para el Jardín Botánico en su misión de trabajar por la conservación y preservación de uno de los pulmones verdes más importantes de la ciudad.
“Llevamos tres años consecutivos dando resultados financieros importantes gracias a un equipo altamente capacitado y feliz de trabajar en un lugar comprometido por la causa ambiental de la ciudad”, señaló Diana Milena Arango Uribe, directora general del Jardín Botánico.
La directiva indicó que para sacar adelante los 30 proyectos y 11 objetivos del Plan de Desarrollo 2020, la entidad ha priorizado su labor en cuatro ejes estratégicos:
“Un jardín que investiga y conserva”: construir y transferir conocimiento a partir de la Estrategia Mundial para la Conservación de las Especies Vegetales, fundamentados en las líneas de investigación con énfasis en la flora colombiana, y así contribuir a detener la pérdida de la biodiversidad.
“Un jardín con solidez institucional”: plantea la consolidación de un equipo de trabajo altamente competente y motivado con el propósito organizacional. El fortalecimiento del gobierno corporativo y la gestión institucional, además del establecimiento de relaciones de valor con los grupos de interés.
“Un jardín que transforma”: busca aportar al cuidado de la biodiversidad y resolución de los retos ambientales de la ciudad, además de propiciar cambios positivos frente a la relación del ser humano con el entorno natural.
“Un jardín para el encuentro de ciudad”: quiere brindar más espacios naturales para la realización de eventos, promover más escenarios de aprendizaje para la educación ambiental y consolidar el lugar como punto de encuentro ciudadano.
Educación, cultura y transformación
El Jardín Botánico recibió el año pasado 2´259.560 visitantes, de las cuales 22.279 personas participaron en actividades de educación y cultura.
“La gran apuesta del Plan Estratégico de Desarrollo 2020 es la parte de educación, queremos generar transformaciones en los comportamientos de la relación del ser humano con el medio ambiente”, dijo Arango Uribe.
Se espera para este año desarrollar 15 de las 30 obras planteadas para 2020, muchas de ellas serán de un importante aspecto educacional y cultural como el Aula viva de la biodiversidad, el laboratorio de agricultura urbana, el laboratorio de ecofisiología, el sistema de información al visitante, y el centro de documentación patrimonial.
Los cuatro proyectos que ya se encuentran en desarrollo son “Villa de los jardineros”, que servirá para mejorar las condiciones de trabajo de éstos, a través de $1.000 millones para contar con un lugar dotado de duchas, bodegas y zonas para la educación y el encuentro.
“El Jardín de plantas prehistóricas”, otra obra que ya se encuentra casi lista, será una experiencia para acercar al visitante al mundo de las zamias y las cícadas, plantas sobrevivientes desde la época de los dinosaurios. Una colección educativa que trascenderá más allá de la exhibición, para ayudar a conservar estas importantes plantas.
“La Sala de lectura y cultura”, es otro de los cuatro planes ya iniciados, donde se confirmará que para aprender no es necesario ser experto, gracias a una inversión de $150 millones para hacer un lugar creativo donde se descubrirá el mundo de la botánica y la investigación de forma divertida.
“La casa de las mariposas”, el último de los cuatro proyectos que ya se encuentran en marcha. Se trata de una apuesta por la interacción con diferentes colecciones botánicas, con programas educativos que incentiven el aprendizaje y el respeto por el entorno natural.
Más de 4.500 árboles hacen del Jardín Botánico uno de los pulmones más importantes de la ciudad, y una de las instituciones más queridas por los medellinenses y visitantes, gracias a su compromiso por conservar la biodiversidad, generar empleo y conocimiento, además de consciencia ambiental y vida.