El primero de julio de 2018 pasará a la historia en México por ser la primera vez que este país elige un mandatario de izquierda para asumir la presidencia para el periodo 2018-2024. El primero de diciembre del año en curso se posesionará Andrés Manuel López Obrador, politólogo y escritor mexicano de 64 años de edad, que ya fue alcalde de la ciudad de México y se había lanzado a la presidencia por Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 2006 y 2012, perdiendo contra los candidatos Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto Respectivamente.
México es un país que en los últimos 18 años ha sido gravemente golpeado por el narcotráfico, la corrupción y algunas tragedias naturales que han dejado al desnudo a un gobierno que no cuenta con la capacidad de mantener una presencia en los lugares más alejados de la capital. A pesar de que México es un estado federalista y cada gobernación cuenta con unos poderes y unos recursos para trabajar, son pocas las obras que se han visto en los últimos tres sexenios.
En 2006, después de dejar la alcaldía de la Ciudad de México, AMLO como lo conocen sus simpatizantes, se lanzó por PRD a la presidencia del país, perdiendo por un estrecho margen frente Felipe Calderón, en lo que fue considerado como un fraude electoral que quedó marcado en la asunción de este último, cuando frente al congreso, de manera rápida, se llevó a cabo todos los procedimientos que indican la constitución.
Posteriormente en 2012, AMLO nuevamente se lanza por el PRD a la presidencia y pierde contra el candidato del PRI Enrique Peña Nieto, en la que cual el candidato perdedor denunció nuevamente un fraude electoral a favor del candidato ganador. El no reconocer las victorias de sus antecesores le valieron muchas críticas a lo largo de la campaña para las elección del presente año, ya que se pensaba que una vez más el líder de MORENA iba a quedar relegado a una segunda posición, pese a tener una ventaja bastante holgada en las encuestas.
Corrupción, narcotráfico y violencia
La corrupción, el narcotráfico y la violencia son temas que han ido abarcando la agenda política del país en los últimos años. Después de la derrota del PRI en el 2000 en manos de Vicente Fox, empezó a darse un mayor protagonismo de los carteles del narcotráfico, sobre todo al norte del país y en la zona de pacifico mexicano, principal puerto de entrada ilegal de la droga proveniente de Suramérica.
Carteles como el de Sinaloa, Jalisco nueva generación, cartel de pacifico sur, los caballeros templarios entre otros, han ido dominando los diferentes estados, empequeñeciendo a las instituciones gubernamentales, aumentando los delitos como el contrabando y el tráfico ilegal de drogas ilícitas. Todo esto a partir de la compra del silencio a los mandatarios locales, los cuales facilitan la acción de estos grupos armados.
Por otro lado, al compartir frontera tan amplia con Estados Unidos, principal demandante de drogas en el mundo, México se convierte en un país puente entre la demanda y la oferta, lo que lleva a que los carteles trabajen de manera cómoda en este territorio.
Acción de Estados Unidos
El problema de las drogas en México no es nuevo. Amado Carrillo, más conocido como el “señor de los cielos” fue uno de los primeros narcotraficantes y principales causantes de la creación y presencia de carteles en México, puesto que sus alianzas con Pablo Escobar, lo llevó a crear una estructura similar al Cartel de Medellín. A causa de esto, los Estados Unidos, al mando del presidente Richard Nixon declararon la guerra contra la drogas, con el objetivo de disminuir la presencia de estas sustancias en suelo americano. A finales del siglo XX entre Colombia, Bolivia, Perú y Estados Unidos se crearon diversas alianzas para frenar las acciones de los diferentes carteles en los países latinoamericanos. Una de esas es el conocido Plan Colombia, que a la vez consistió no solamente en la inversión y el mejoramiento de la infraestructura de las fuerzas militares colombianas, sino que además en combatir el flagelo del narcotráfico por el mar caribe, llevando así todas las operaciones ilegales hacia el Océano Pacifico, lo que ocasionó que México se convirtiera en un punto trascendental en la operación de la entrada de droga ilegal en Estados Unidos.
A pesar de que en Colombia se le dio un duro golpe a las drogas con la muerte de Pablo Escobar y la captura de los hermanos Rodríguez Orejuela, la acción de los carteles paso a México en poder del Chapo Guzmán, quien fue uno de los principales ayudantes de Miguel Ángel Félix Gallardo “el padrino”, otro de los históricos narcotraficantes. Después de la muerte de “el padrino” El chapo crea su propia organización, la cual es quizás la principal y más importante grupo criminal que hace presencia en México y la responsable de la llegada de miles de toneladas de droga ilegal a Estados Unidos.
El PRI y el narcotráfico
Desde 1934 al 2000 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobernó a México en lo que Mario Vargas Llosa llamó la dictadura perfecta, debido a los pocos cambios que se veían en el ejecutivo mexicano. En el año 2000 se parte en dos la historia política del país, debido a que el Partido de Acción Nacional (PAN) gana la presidencia con Vicente Fox, pero también fue la vez en que la violencia aumentó llegando a unos niveles históricos a 2018.
Entre el PRI y las diferentes organizaciones ilegales, se presentaron una serie de acuerdos, no legítimos, en los que el PRI permitía el paso de sustancia ilegales por territorio mexicano, específicamente en los estados fronterizos con Estados Unidos, con lo cual la violencia estaba mermada y en un punto en donde no ocurrían matanzas, ni enfrentamientos entre los carteles o entre estos y el gobierno.
Sin embargo, y a pesar de que la transición política fue positiva para el país, la violencia aumentó, puesto que estos acuerdos ilegales se rompieron al llegar nuevos mandatarios, de otros partidos, al poder en México; se crearon nuevos carteles que empezaron a dominar las costas y la zona norte del país, se vio un aumento considerable de riñas y enfrentamientos armadas entre los diferentes grupos en zonas altamente pobladas.
Nuevo gobierno
Debido a los diferentes acontecimientos que han marcado la historia reciente de México, los ciudadanos han elegido una opción diferente a los partidos y políticos tradicionales. Andrés Manuel López Obrador llegará el primero de diciembre a Los Pinos con mucha fuerza y siendo un presidente totalmente legítimo, puesto que más del 50% de la población mexicana votó por este candidato, quienes consideran está preparado para asumir las riendas de la nación mexicana y poder resolver las diferentes problemáticas políticas, sociales y económicas que afectan al país.
AMLO hereda un país con 70.000 muertos entre 2006 y 2012, el periodo del presidente Felipe Calderón y el segundo más violento en la historia del país. 25.399 asesinatos en 2017, el año con más sangriento en la era Peña Nieto; 200.000 muertos desde 2006 y 35.000 desaparecidos. Todos estos datos son de la Procuraduría General de la Republica, quien es la encargada de analizar las estadísticas judiciales del país azteca.
El país que recibe AMLO es parecido o en un estado peor al que recibió Enrique Peña Nieto en 2012, en donde la corrupción, la violencia y el narcotráfico tienen copada las instituciones públicas. Sumándole a esto el gran peso de tener a un presidente como Donald Trump en el poder en Estados Unidos. Aún es muy pronto para analizar los aspectos positivos o negativos de la presidencia de López Obrador, habrá que ver bien a fondo sus propuestas, sus iniciativas y sobre todo sus primeros 100 días, en donde la agenda legislativa va a estar cargada de reformar y cambios políticos, económicos, sociales y constitucionales que favorezcan el actuar del nuevo gobierno. El nuevo presidente cambió de discurso para acaparar mayores votantes; en diciembre, cuando empiece su camino ser verá quien es el verdadero Andrés Manuel López Obrador.
