Desde el 24 de abril del 2018, la representación estudiantil se ha enfocado en demostrar cómo la profundización de la democracia se traduce en mejores condiciones académicas, administrativas y de bienestar para los estudiantes. Desde dicha instancia de representación hemos contribuido a solucionar problemas particulares de decenas de estudiantes con su proceso de matrícula, tanto en la sede principal como en la extensión Ocaña. Logramos mantener el apoyo institucional a diversos grupos culturales y deportivos que corrían riesgo de extinguirse por las dificultades financieras que la corrupción ha ocasionado en nuestra universidad, casi 500 estudiantes pudieron conservar sus becas, auxilios y descuentos en el periodo 2018-02.
Junto a monitores e instructores de grupos deportivos y culturales, trabajamos en el desarrollo de una propuesta para la modificación del plan de becas, en la que incluimos mejoras a los requisitos para acceder a estos beneficios de manera más equitativa y ajustados a la realidad académica de nuestros gestores deportivos y culturales. Después de entregada la propuesta y varias cartas exigiendo la revisión de la misma, seguimos a la espera de que Sala General y el Consejo Directivo den una respuesta a la petición de los artistas y deportistas que dejan en alto el nombre de la UAC. Ante el Consejo Directivo logramos la creación de 20 nuevos auxilios financieros por concepto de calamidad para la continuidad académica de estudiantes destacados que atraviesen dificultades económicas. Además, logramos incluir en la propuesta de reforma de estatutos presentada por la Sala General ante el Ministerio de Educación Nacional, las representaciones estudiantiles por facultad y ante el Consejo Académico como mecanismos nuevos de participación estudiantil.
Estas nuevas representaciones fueron presentadas en el marco de una propuesta general para la profundización de la democracia en la UAC, que establecía el voto directo de los estudiantes como mecanismo de elección de sus representantes, que incluía la creación de un Consejo Estudiantil Universitario como plataforma organizativa y representativa de este estamento y que solicitaba además la inclusión de un representante de los estudiantes ante la Sala General, la máxima instancia de gobierno de nuestra institución. Pero las directivas no solo rechazaron la propuesta presentada por los estudiantes, sino que decidieron ignorar a toda la comunidad universitaria que durante semanas discutió los cambios que debe experimentar la institución para garantizar las buenas prácticas dentro de la misma. La Sala General presentó al MEN una propuesta inconsulta, contraria a la construida entre todos los estamentos universitarios y que abre el camino a nuevos casos de ánimo de lucro al interior de nuestra institución, pues cortar las alas a la democracia universitaria es abrirle paso a la corrupción, tal como han hecho anteriores administraciones.
Por todo lo anterior, radicamos un recurso para que la propuesta que la Sala General presentó ante el MEN regrese a la institución antes de ser aprobada, se discuta nuevamente e incluya las propuestas de todos los estamentos ajustadas a la ley, como garantía del ejercicio del derecho constitucional a la autonomía universitaria.
Nuestro trabajo contribuyó además al fortalecimiento de la actividad gremial de los representantes estudiantiles en toda la región, pues junto a representantes de importantes universidades del Caribe, constituimos y presidimos el capítulo regional de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior, Acrees, y participamos de la histórica movilización nacional universitaria del segundo semestre de 2018, que culminó con la conquista de 5.8 Billones de pesos adicionales para la educación superior, y compromisos de reformas fundamentales como a la Ley 30 de 1992 y al Icetex.
La elección de los candidatos a representantes estudiantiles de la UAC que se realizarán el próximo 28 de mayo del año en curso, recobran entonces gran importancia, pues de quienes resulten elegidos dependerá en buena medida la continuidad en la defensa de los intereses estudiantiles y de toda la comunidad universitaria, el debate porque prime el derecho a la educación y no el ánimo de lucro de personas inescrupulosas que aún merodean las arcas de la universidad. Hoy, así como en las movilizaciones del año pasado, los estudiantes son el factor decisivo en la defensa de nuestra alma mater.