El sismo fue resultado de una colisión entre las placas sísmicas de la India y Eurasia. Cada año el subcontinente indio se mueve 45 milímetros (1,7 pulgadas) bajo la placa Euroasiática, formando la cordillera del Himalaya. Esto es conocido por la comunidad científica y por los gobiernos de Asia incluido Nepal. Pero entonces ¿por qué no ha existido en Nepal una organización política y social para atender las emergencias y preparar a la población? Si bien los sismos no se pueden predecir por ahora, si es posible disminuir sus efectos, este segundo aspecto es un asunto de condiciones político administrativas.
Hay razones históricas para explicar por qué en Nepal no han existido esas condiciones.
La imagen que noticieros como RCN y Caracol suelen mostrar de Nepal es la visión del turismo occidental: un destino para la aventura y la escalada del Himalaya, del Monte Everest, además de visitar palacios antiguos y explorar exóticas culturas. De hecho la preocupación de estos noticieros ha sido la suerte de los turistas, lo que no quiere decir que se debe ser indiferente ante su suerte, para nada, sino más bien que obliga a preguntarse por qué ese énfasis.
Estos periodistas no dicen que en los últimos 20 años Nepal ha pasado por otros terremotos sociales y políticos. Entre 1996 y 2006 la guerrilla maoísta liderada por el Partido Comunista de Nepal (maoísta) desarrolló una insurgencia revolucionaria con amplio apoyo popular, en contra de una monarquía respaldada por dos partidos tradicionales: el Partido del Congreso Nepalí y el Partido Comunista de Nepal Unificado Marxista-Leninista (UML) (de herencia prosoviética). Lo que de paso muestra que no es suficiente el rótulo de comunista para serlo. Esos partidos vivieron acomodados a ese orden establecido, que además estaba soportado sobre un sistema de relaciones sociales y creencias que condenaba a millones a la pobreza extrema y mantenía dentro del sistema de castas a los Dalit (los indeseables), el 20% de la población (de un total de 30 millones de personas).
La guerrilla maoísta en 2006 aceptó un proceso de paz a cambio de desmontar la monarquía, crear una república democrática, hacer una reforma agraria para repartir entre los campesinos sin tierra las propiedades del rey, e impedir la intervención militar de la India y los Estados Unidos.
Como resultado del proceso de paz la monarquía dejó de existir en 2008, y desde entonces se ha tratado de crear una nueva constitución a partir del mecanismo de Asamblea Constituyente. Sin embargo desde 2008 la Asamblea Constituyente no ha logrado resolver el problema de crear una Constitución que dé los lineamientos de organización social e institucional del Estado y crear la república democrática. Los viejos partidos se unieron para impedir el avance de los maoístas, a la vez los maoístas han tenido varias divisiones y por eso no han podido ser mayoría frente a la derecha y al centro derecha. Esta indefinición y la inestabilidad política han sido demasiado prolongada, para una sociedad que requiere soluciones urgentes, por ejemplo el sistema nacional de prevención ante la condición sísmica.
Los viejos partidos, el Partido del Congreso Nepalí y el Partido Comunista de Nepal Unificado Marxista-Leninista (UML), han buscado mantener el estatus quo e introducir unas reformas que no toquen la estructura fundamental de la vieja sociedad: el problema agrario y la exclusión de los dalit. Por ejemplo se oponen a que los dalit accedan a la tierra, pues afirman que esto conllevaría a trastocar las inmutables tradiciones. No aceptan una república federal porque ven en esto el peligro del poder territorial maoísta y de otras comunidades regionales. Estos son los puntos principales que han entrabado la construcción de un estado y por ende de unas políticas para atender la permanente condición de emergencia ante los sismos que ha marcado la historia de Nepal.
Esta crisis generada por el terremoto, está tensionando las pugnas políticas, la población politizada por los maoístas empieza a movilizarse nuevamente para exigir atención. Y esto agrega a la situación política de Nepal dos tareas urgentes: afrontar la reconstrucción tras la devastación del terremoto y a la vez crear una estado democrático que junto con la población y a su servicio, empiece a resolver los problemas estructurales y urgentes que demanda el pueblo.
Las potencias India, China y Estados Unidos quieren aprovechar las secuelas del terremoto para intervenir en Nepal y liderar la reconstrucción. Las minorías nacionales, los maoístas y amplias franjas del pueblo buscan un nuevo frente popular para mantener la autonomía y la soberanía, reconstruir el país y crear una nueva democracia.
Solidaridad con el pueblo de Nepal.
Fuerza pueblo maoísta.