En los últimos días ha sido noticia el estreno de la serie sobre la vida de Jaime Garzón en RCN. Ni Marisol, su hermana, ni el periodista Antonio Morales, ven con buenos ojos el proyecto. La primera piensa que la serie va a enlodar su nombre y el comunicador, que alcanzó a trabajar parte de los libretos con Fernando Gaitán, considera que lo dejará como un payaso. Según Morales, el proyecto cambió su rumbo cuando el canal impuso al libretista Juan Carlos Pérez, que torció la idea desdibujando a Garzón.
La serie de la vida de Garzón llevará por nombre Garzón Vive y a juzgar por los nombres del equipo, tiene todo para ser una producción de primer nivel. Dirigida por Sergio Cabrera y protagonizada por Santiago Alarcón, en el papel del periodista, esta es quizá la apuesta más fuerte del canal para resucitar su desaparecida audiencia. El elenco lo completan figuras ya reconocidas en tv nacional como Zharick León, Carolina Cuervo, Cecilia Navia y Jacques Toukhmanian.
En cuanto a sobre qué tan fiel será a la realidad, ya el mismo Juan Carlos Pérez reconoció que como cualquier otra bionovela, esta no va a ceñirse completamente a los hechos. No es de extrañar que el producto final incomode a la familia del desaparecido humorista, aunque dos de sus tres hermanos hayan dado el visto bueno. Según Marisol Garzón, a juzgar por los antecedentes de RCN mostrando a su hermano, ella ya está preparada para lo peor. En efecto, en la serie Tres Caínes, ya hubo una representación del periodista donde lo mostraban “como un drogadicto”.
Sin embargo, más allá de la calidad o qué tan certera sea la producción del canal frente al personaje real, a mí me produce especial interés otra pregunta: ¿Hasta qué punto contará RCN la verdad sobre el asesinato del humorista? ¿Mostrará el canal, abiertamente uribista, las prevenciones y críticas que hacía Garzón contra el entonces gobernador de Antioquia?
Garzón tenía una visión tan clara de la política colombiana que entre chiste y chanza lanzó más de una premonición. En palabras del humorista, Uribe era el dictador que tanta falta nos hacía en los años noventa. Lo describió como: “un hombre de mano firme y pulso armado. Líder que impulsa con su aplomado cooperativismo, pacíficas autodefensas que él llamó Convivir. Álvaro vislumbra todo un país convertido en zona de orden público, como una sola Convivir donde la gente de bien pueda disfrutar en paz”. ¿Habrán tenido los libretistas del canal el valor y la independencia para defender las ideas y el pensamiento de Garzón?
Una cosa es muy cierta. Resulta bastante paradójico que RCN sea quien asuma la tarea de contar la vida de uno de los mayores críticos de la línea política que su noticiero favorece. Más aún cuando Postobón, empresa propiedad de la misma Organización Ardila Lulle, también propietaria de RCN, ha sido investigada por financiamiento de grupos paramilitares, los mayores enemigos de Garzón. Ahí me surge una pregunta de esas que le salen a los desocupados y los chismosos ¿Qué diría el propio Garzón si supiera que un canal como RCN va a contar su historia?