El director de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Humberto Guatibonza, presentó un nuevo elemento de dotación para los patrulleros, una pistola de electrochoques que fue creada con el propósito “ahorrar vidas” conocida como taser. Paradójicamente la referencia más cercana que tenemos las polémicas armas es el caso de Israel Hernández, el joven grafitero que murió en Miami, al parecer por la descarga de uno de estos artefactos. Sabían que en varios de los portales más reconocidos de ventas por internet se consigue con facilidad un taser; es más, desde cien dólares se puede adquirir. Sí, son más comunes de lo que pensábamos.
Cuando consulté la página oficial www.taser.com me encontré con datos interesantes que vale la pena analizar: El uso del taser ha permitido salvar más de 75.000 vidas, al disparar el dispositivo se reduce en un 60% la posibilidad de obtener lesiones graves y lo que más me sorprendió, ha sido utilizado con más de dos millones de humanos.
En detrimento, según Amnistía Internacional, sólo en Estados Unidos se han presentado más de 500 muertes producto de una descarga de hasta 50.000 voltios que al parecer proporciona un taser de uso policial.
¿Quién tiene la razón?
Hay dos factores que como sociedad nos cuesta entender, en primer lugar las estadísticas. La policía se basa –con razón- en cifras que pueden resultar bastante afortunadas; es decir, si no se utilizaran los tasers, en cada caso se hubiera podido utilizar un arma convencional y los resultados –respecto a vidas humanas- serían peores. En segundo lugar está la suma de factores que hacen totalmente imprevisible la reacción ante una descarga; por ejemplo, utilizar el taser con un hombre joven, de ochenta kilogramos de peso y un metro con ochenta de estatura, no es igual que utilizarlo con un hombre que ha tenido ataques epilépticos. Cada resultado lo hace netamente impredecible.
Aclaro, no pretendo hacer apología a un artefacto diseñado para mitigar lo poco racionales que podemos llegar a ser, ahora bien, resulta complejo entender medidas fundamentadas en la represión. Infortunadamente, mientras no decidamos comportarnos, cualquier medida que represente menos muertes habrá que considerarla.
@zamivar