"El artista se debe a su gente", es una máxima que perdura en el tiempo y estamos seguros: en la mente, corazón y alma de intérpretes, compositores y talentosos de la música de ayer y de hoy.
Lo que no debe ser un artista es precisamente lo que hizo Yanet Patrick, más conocida como La Dama, en Medellín, cuando no quiso responder a un saludo espontáneo, en la modalidad de puñito que, durante un show, le hizo el alcalde de la capital antioqueña, Daniel Quintero.
"Yo me tomo la reserva de saludar a quien quiera", afirmó la intérprete. Puede que sí, pero si usted es artista, o pretende serlo, no es una actitud inteligente ni tampoco adecuada... Por no decir es mal educada.
Ser artista integral es aquel que no solamente posee carácter, talento y sensibilidad frente a su público y seguidores, es además el que maneja la magia con su auditorio, su contacto directo de manera dinámica y constructiva, independientemente de que esté de acuerdo, el artista o no, con las preferencias políticas, gustos y demás de quien espontáneamente le aborda en un show e incluso... fuera de él, en su vida cotidiana en lo público.
La conocida como la Dama pecó de inmadurez y algo de ignorancia, y abusivamente convirtió y politizó el hecho. Polarizó más el ambiente en Antioquia y se salió de los códigos universales de lo que debe reflejar y expresar un auténtico artista, y más aún aquel que pretende triunfar, construyendo comunidad y fans en su carrera profesional.
Lo que sucedió en Medellín, que fue viral en su momento por medio de las redes sociales, tuvo un ingrediente adicional... La artista denunció por medio de un video que, como consecuencia del hecho, la habían declarado cesante o "echado del trabajo", del restaurante del cual forma parte: una prestigiosa y exitosa cadena empresarial de comida.
Para mí, y así suene mal, las directivas del restaurante obraron correctamente, pues un empleado y en este caso un cantante ocasional, sí da a conocer con esta actitud su pobre socialización y su mala educación en un negocio que también se debe a su clientela (su mayor capital) no debe ser parte de su staff o grupo de empleados.
Recordemos que este grupo empresarial de gastronomía ha sido popular en todos los niveles de la opinión nacional e internacional por tener clara la filosofía de inclusión total y ha promocionado su política de dar trabajo de manera positiva a exguerrilleros y exparamilitares en su cuerpo de empleados en cocina y diferentes áreas de producción.
Este infortunado episodio que lideró Yanet Patrick es una lección para todos los artistas que están en procesos de desarrollo artístico y una caída en falso de esta cantante que tendrá que bajar la cabeza y reconocer su error. Recuerden que la humildad es también parte de la grandeza de una figura pública, un ejemplo para aquellos que dependen de sus auditorios y su crecimiento en comunidad en donde sus fans son el ADN y razón de ser.