El coronel Alfonzo Plazas Vega lleva nueve navidades sin compartir con su familia. Está detenido en la Escuela de Caballería, acusado de la desaparición de once personas durante la retoma del Palacio de Justicia. La Corte Suprema revisó su caso y está por votar una ponencia del magistrado Luis Guillermo Salazar, la cual declara inocente a Plazas Vega y lo dejaría inmediatamente en libertad.
El coronel, sin embargo, tiene que enfrentar un nuevo proceso que le quiere abrir el fiscal, Eduardo Montealegre. En esta entrevista que le hizo Leonel Uriel Alzate, director de Tras la noticia, de Villavicencio, destapa su rabia contra la justicia y “los asesinos que están mandando en Colombia”. Aunque insiste en su inocencia, también reconoce errores del Ejército y se va contra Rene Guarín, el hermano de Cristina Guarín, la que inspiró a la película ‘Siempreviva’, a quien tilda de guerrillera. No duda en defender al presidente Belisario Betancur, y dice que está listo para salir a conocer a su nieto y visitar la tumba de su padre a quien el INPEC no le permitió visitarlo en lecho de muerte, en el momento más duro de una reclusión a punto de llegar a su fin.
Resulta paradójico que usted haya sido comandante de la Escuela de Caballería, también un destacado académico militar, y hoy se encuentra en otra escuela, en la de Infantería, pero esta vez, privado de su libertad, y además acusado de un delito grave como es la desaparición forzada. A esto hay que sumarle el hecho que ahora el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, ha dicho que usted sería investigado por homicidio y tortura. ¿Qué le dice esto a usted como exmilitar?
- Yo siempre he comentado que mi vida militar transcurrió entre lo académico y la defensa del orden público. Y sí, es una paradoja, porque antes que se me reconozcan mis logros militares, hoy estoy aquí por cuenta de una justicia que está totalmente desbaratada.
- ¿Cuándo se desbarató esta justicia? ¿Acaso tras la toma guerrillera al Palacio en noviembre del 85?
-Usted lo ha dicho. Lo que pasa es que el interés de los violentos en aquella época fue acabar con la justicia, y en buena parte lo lograron. Claro, todavía hay jueces honorables, y yo digo que son la mayoría; pero hay tal cantidad de funcionarios judiciales contaminados con narcotráfico y terrorismo, que esto le ha hecho un grave daño al país. Creo que hoy la justicia tiene no solo que organizarse, sino también reivindicarse. El caso mío es algo vergonzoso para la justicia. Pase lo que pase con mi situación jurídica, ya los colombianos saben que lo que se está haciendo conmigo es una canallada.
El magistrado Lara Acuña, quien me dio la absolución en la segunda instancia, dice en su posterior salvamento de voto no solo que yo soy inocente, sino agregó que hay un montaje en mi contra; este montaje es claro, y no es solo en mi contra, es en contra del Ejército Nacional. Es que yo no soy la única víctima; son miles de oficiales, suboficiales y soldados profesionales que están privados de la libertad, -muchos en condiciones infrahumanas- y lo peor, siendo inocentes. El país tiene que tomar conciencia que hoy estamos es en manos de los terroristas.
-Dice usted que se le han violado todos sus derechos, ¿cuál es el principal derecho que le han violado?
- Bueno, la principal violación es mi libertad; llevo 8 años y cuatro meses preso por un delito que no solo no cometí, sino que, además, para la época de los hechos no existía como delito en la ley colombiana. Esta es la violación más aterradora del artículo 29 de la constitución, y que tiene que ver con el Principio de Legalidad.
-Pero coronel, ¿qué Juez puede condenar a un ciudadano por una conducta atípica? ¿Acaso la desaparición forzada no aplica es estos casos donde hay desaparecidos?
- Lo que pasa es que para la época de los hechos, 1.985, este delito no existía. Le voy a explicar que es lo que pasa: esto es obra de la fiscal Buitrago, quien debió investigar a fondo y no lo hizo, ella llegó a mi caso fue con una consigna: condenar al coronel Plazas. Lo he comprobado en todas las formas. Dijo esta fiscal que yo había secuestrado a once personas en 1985, y que las había mantenido ocultas hasta el año 2001. Ella, en la debilidad de sus argumentos, me acusa de secuestro, y en el año 2001, voltea la hoja y me acusa de desaparición forzada.
-¿Cree usted que en su caso hubo intereses oscuros? Es decir, ¿su condena beneficiaría a alguien? De ser así, ¿a quién le interesa tenerlo a usted privado de la libertad?
-Sin Lugar a dudas, son los mismos asaltantes del Palacio de Justicia. Yo quiero hacerle caer en cuenta a los colombianos lo siguiente: dicen que yo secuestré a unas personas entre 1985 y el año 2001; claro, no me han dicho cómo los secuestré o si los amarré o los torturé, en fin… Y que después, en el año 2001, los desparecí forzadamente. Mire usted el giro que hacen: dejan de ser secuestrados, para hacerlos aparecer como desaparecidos forzados. Y luego, en el juicio dicen que yo no secuestré a nadie, pero me condenan por desaparición. Por Dios, ¿dónde está la coherencia de la justicia?
-¿Usted siente que hay cizaña en el actuar de la fiscal Buitrago?
-Lo he denunciado en todas las formas.
- Si en sus palabras el juicio resulta tan atípico, ¿por qué cree, entonces, que finalmente termina usted condenado?
- Yo presumo que a mí me hubieran absuelto de no ser por lo que yo creo que hubo en el juicio, y es una consigna para condenarme a como diera lugar. A mí no se me permitió hablar en el juicio, y, sin embargo, me condenaron. Dígame usted, ¿cómo me condenan si no me dieron la oportunidad de defenderme? Yo he tenido que defenderme con los libros que han escrito magistrados, y hasta mi señora, pero en el juicio no me dejaron hablar, además yo no fui el comandante de la operación.
- ¿Quién fue su comandante directo durante la toma?
-El general Jesús Armando Arias Cabrales, que era mi jefe.
¿Cada cosa que usted hizo durante la toma, cada decisión que usted tomó fue ordenada por el general Arias Cabrales?
-Cada actuación estuvo enmarcada dentro de los planes vigentes para este tipo de situaciones.
-¿Hicieron Plan defensa?
-Sí, no exactamente sobre el Palacio, pero sí planes encaminados a la protección de entidades del Estado como el Palacio.
-La toma duró muchas horas, ¿usted tuvo durante este episodio algún contacto radial o telefónico con el presidente Belisario Betancur?
- No ninguno. Yo tenía un jefe inmediato y era el general Cabrales, uno no tiene por qué saltar las líneas de mando.
-¿Alcanzó usted a ver a los magistrados con vida?
- En esos momentos uno no sabe quién es magistrado, o vigilante o chofer. En momentos como esos nuestra misión es salvar vidas sin importar quiénes sean y eso fue lo que se hizo con 263 personas; claro, de esas personas rescatadas nadie habla, solo de 11 desaparecidos, y mire usted que en este momento ya no están desparecidas; han ido apareciendo, y estaban en poder de la Fiscalía, algo que el propio Tribunal Especial de Instrucción así lo dejó en claro, así que desaparecidos realmente hay uno, y no once.
¿Quién es ese desaparecido?
- Una guerrillera llamada Irma Franco. Hay investigaciones que así lo indican; ella salió con vida del Palacio. Es que mire Leonel, yo les pregunto a los colombianos; ¿se han jugado la vida para rescatar a una persona? ¿Saben lo que es arriesgar uno su vida, la orfandad de sus hijos, o la viudez de su esposa, por salvar a una persona? Pues eso fue lo que hicimos con 263 personas ese día, algo que en cualquier país del mundo hubiese ameritado un premio enorme. El premio mío ha sido tenerme aquí privado de mi libertad. Lo que pasa es que en Colombia están mandando los asesinos, no se le olvide a usted que el M-19 fue creado por las Farc y el narcotráfico.
- Volvamos a los hechos coronel. ¿Cómo explicar que usted ha dicho a los medios que fue el M-19 quien mató a los presuntos desaparecidos, cuando hay videos que muestran a esas personas saliendo de Palacio?
- Le agradezco esa pregunta porque me permite aclararle este tema al país. Es que la persona que más ha insistido en que las personas que se ven en los videos son los desaparecidos, es el señor René Guarín. Miembro del m-19, secuestrador, es el mismo que se enfrentó a la policía en el secuestro del industrial colombiano Jorge Valencia Ángel. En ese enfrentamiento con los uniformados, a guarín le decomisaron una carabina, que había pertenecido a un policía asesinado un año atrás.
- ¿El m-19 sí había infiltrado la cafetería de Palacio?
-Si, nosotros creíamos hasta que las personas de la cafetería eran todas personas humildes y de bien, pero hace poco descubrimos que por ejemplo, era del M-19 la señora cristina Guarín, hermana de René Guarín. Eso no lo sabíamos, yo creo que las demás personas eran gente de bien y que no tenían nada que ver con los terroristas, pero Cristina sí era guerrillera y había infiltrado la cafetería, tanto así que el propio Eduardo Maso Ospino dijo en su declaración, que esta señora, la famosa dama que vestía un sastre azul, sacó de su ropa un arma, ¿Qué hace una mujer con título profesional, de cajera en una cafetería? y luego René guarín dice en un artículo que escribió, que era que ella, su hermana, le cuidaba en arma a un jefe de seguridad que la estaba cortejando. Leonel mire, en mi vida militar, yo jamás le dejé mi arma de dotación ni a mi esposa.
-Luego de 30 años, el expresidente Belisario Betancur pidió perdón al país por los hechos del Palacio; sin embargo, sobre él no pesa ninguna acusación grave al respecto, y él era el Presidente. ¿Por qué usted se empeña en defenderlo si él nunca ha puesto la cara por usted?
- No importa que no me defienda, a veces las personas no siempre tienen ciertas características que uno esperaría de ellos, pero yo sí lo defiendo a él. Yo estoy convencido que el presidente Belisario hizo lo que tenía que hacer en ese momento. Empleó la fuerza pública para impedir que las instituciones fueran a caer en manos de un grupo narcotraficante y terrorista.
- La hipótesis de la ‘Operación Ratonera’, es decir; que el Ejército sabía previamente que ocurriría la toma, pero dejaron entrar a los guerrilleros para rematarlos adentro, se refuerza con el hecho que la Policía fue retirada días antes de la toma. ¿Ustedes sabían que esto iba a suceder?
- El retiro de la Policía del Palacio fue un grave error de esa institución, yo no creo que haya habido mala fe, pero sí se cometió un gravísimo e histórico error. Pero pensar que el Estado sabía de la toma y permitió la entrada de los guerrilleros para rematarlos adentro, es algo que no cabe sino en la mente de los bandidos terroristas. Quien diga eso, necesariamente está ligado con los bandidos que se tomaron el Palacio, recuerde usted que el ladrón juzga por su condición.
- ¿Qué significa para usted el hecho que este diciembre cumplirá usted nueve navidades privado de la libertad?
- Terrible. Usted no imagina lo que significa que se me niegue el derecho al trabajo cuando perfectamente la ley me faculta para ejercer la docencia. Imagine lo que es tener a mis hijos por fuera, a mis nietos lejos, ni siquiera conozco a mi nieto menor, lo que han hecho conmigo son muchas canalladas.
- ¿Cuál ha sido el momento más duro en prisión?
-La muerte de mi padre, sin lugar a dudas. El Inpec no me permitió acudir al entierro de mi padre, él murió preguntando por mí, y eso no se le hace ni al peor de los delincuentes. Y quiero decir esto con toda claridad: los que más saben de mi inocencia son los jueces que me condenaron. Afortunadamente aún esa condena no está en firme.
- ¿Usted cree que saldrá libre pronto?
-Yo espero que sí, no hay razones para mantenerme preso cuando no solo los jueces sino todo el país conoce de mi inocencia.
-Si tuviera en este momento a su esposa frente a usted, ¿qué le diría?
- Que la amo.
- Si tuviera también aquí al nieto que no conoce, ¿qué haría?
- Le haría cosquillas