Muchos son los temas pendientes que en el Atlántico hay para tratar, ya que, luego de 24 años sin contar con una voz alternativa en la Cámara de Representantes, será a partir del 20 de julio que dos congresistas podrán adelantar una agenda política distinta a lo establecido por las castas tradicionales del departamento. Dichos futuros representantes son Agmeth Escaf por el Pacto Histórico y Germán Gómez por Comunes.
Cada uno de estos electos congresistas ha desarrollado un activismo muy disímil entre sí, sin embargo, llama la atención que ambos recién inician su carrera política electoral. Agmeth viene de la televisión, espacio desde donde gestó una lucha contra grandes empresas, como Caracol TV, por la formalización de contratos tercerizados. Germán es firmante de paz, por 30 años fue insurgente de las Farc-EP, dejó las armas y se centró en proyectos productivos para los reincorporados y la comunidad de la vereda Tierragrata, en Manaure, Cesar.
Agmeth tiene sobre sus hombros el reto de demostrar que no está de adorno, que la disputa con el abogado Miguel Ángel del Río pasará a un segundo plano con su labor legislativa. Con más de 140.000 votos se le dio un espaldarazo al proyecto de Petro y el Pacto Histórico en el departamento, por lo tanto, abrir espacios de diálogo y construcción de democracia, más allá de apellidos y partidos con prácticas clientelares, será una enorme tarea de cara a ratificar, o más bien multiplicar, ese respaldo en la contienda electoral del 2023, donde se eligen los mandatarios locales.
Por su lado Germán tiene todo por hacer. El partido Comunes tal vez no recibió muchos votos por tener la curul asegurada, pero, no se puede negar los años de lucha que han aportado, pues más allá de las críticas y prevenciones en cuanto a este nuevo partido, gracias a su decisión de dejar las armas y firmar el Acuerdo de Paz en Colombia se da un punto de quiebre, tanto así que hoy podemos aspirar a una presidencia, contar con herramientas como el estatuto de la oposición, entre otros. Su compromiso es corroborar que sus años de combatiente no estuvieron distantes a las demandas sociales, políticas, económicas y culturales que las ciudadanías del Atlántico tenemos.
Ojalá entre ambos representantes electos se den encuentros para articular esfuerzos en temas transversales tales como: inseguridad, hambre, latifundio improductivo, movilidad, educación, empleo, medio ambiente, mujeres, juventudes y un largo etcétera más. Son muchos los conflictos latentes en Barranquilla, su área metropolitana, la ladera oriental, el cono sur, la zona costera y el centro del Atlántico.
Somos más dos millones de personas que esperamos ver congresistas que legislen para la gente, superar las prácticas politiqueras de los de siempre, cosa que nos permita dar ese salto cualitativo que tanto se ha necesitado. Es que acá en el Atlántico sí hay cómo y con quiénes, ha faltado es dónde, por lo que se espera que estas dos curules en la Cámara sean claves para el fortalecimiento de una agenda departamental más humana.