Hablaré aquí, dada la coyuntura, del caso de Patricia Casas y Hollman Morris, pero en general de la forma en cómo los hechos mediáticos que se han presentado, no los personales ni los jurídicos, permiten observar conductas machistas constantes en una amplia población. Al mediodía del 24 de enero, Hollman Morris fue entrevistado en el programa de Vicky Dávila con el fin de responder a las acusaciones de Casas por violencia intrafamiliar y económica. Hacia la mitad de la entrevista H. Morris dice que él ha crecido en estructuras sociales machistas, el colegio, su contexto juvenil, etc., pero que ha desaprendido esos comportamientos y ya no lo es. Es muy probable que el concejal haya reflexionado sobre el machismo propio de las sociedades patriarcales, pero en sus respuestas es evidente que todavía le falta trabajar en algunos importantes aspectos.
Ante la pregunta por qué, a partir de la conciliación, a Morris le corresponde entregar a su familia 6 millones de pesos aunque los gastos de su familia ascienden a 12, el concejal empieza a hablar acerca de la manera en que tramitamos nuestras emociones después de una separación. En palabras de Morris “la pregunta que yo me hago, Vicky, es cómo tramitamos los seres humanos nuestros rencores y nuestros odios”. En diferentes momentos de la entrevista Morris vuelve sobre esta cuestión, diciendo que debemos aprender a divorciarnos, a pesar de las profundas heridas que pueden quedar. Con este tipo de especulaciones el concejal encasilla como algo meramente emocional la motivación de Casas para su denuncia. Él, que es reiterativo al decir que no va a entrar en cuestiones personales, pues quiere preservar la imagen de la madre de sus hijos, considera que ella, víctima de sus emociones y sin la capacidad para gestionar la ruptura de su relación, se convierte en una mujer manipulable, capaz de sumarse a sus enemigos políticos para hacerle daño.
Esta es una típica conducta machista, en la cual el motor de las acciones realizadas por mujeres, particularmente las que se refiere a su familia, es siempre afectivo, perteneciente al ámbito de los sentimientos y las emociones. No pueden dar crédito a que, desde una reflexión racional en la que se sopesan diferentes factores, una mujer tome decisiones que afecten a su familia, como en este caso poner una denuncia por violencia intrafamiliar y económica.
Otra conducta que sería importante señalar es aquella en la cual un hombre no se da cuenta de qué es un acoso. Cuando la presentadora le lee un trino de la señora María de la Torre, en el que dice “por el momento diré solamente que el hombre que me acosó y besó a la fuerza fue trending topic ayer por un caso de violencia doméstica”, el concejal responde que ellos sí se conocen y que sí pasó algo, pero eso no lo vio él como un acoso, que si ella lo interpretó así que lo disculpe. Esta es una conducta machista bastante repetida, en la cual el acoso es solo una cuestión de interpretación.
Lo anterior queda ejemplificado de manera más gráfica cuando se hace referencia al “beso a la fuerza”. V. Dávila le pregunta si él besó a la fuerza a De la Torre y él responde que no. Dávila contrapregunta tratando de saber si De la Torre miente, él dice que no y luego evade este asunto diciendo que él no vino a calificar este tipo de cosas.
Esto es confuso, si una persona acusa a otra de haberla besado a la fuerza, ese hecho es cierto o falso, pero no puede ser las dos cosas a la vez. Es decir, un acercamiento, como el que se menciona ahí, no es algo que dependa de una perspectiva particular, pues el consentimiento o el rechazo a un beso son explícitos y no dependen de la interpretación de quienes se ven en esa situación. Vemos así un tipo de conducta machista en la cual el acoso es una cuestión subjetiva que está en la cabeza de las mujeres, pero que los hombres no necesariamente lo perciben como tal, de ahí que con una breve disculpa salen de ese problema.
Posdata: usar a los policías como mensajeros no se justifica de ninguna forma, ese no es el trabajo de la policía, así los funcionarios crean que no tienen otra salida.