Sabemos que cuando hablamos de democracia, estamos hablando de un sistema que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes. De hecho, se supone que esta decisión de democracia es la más efectiva en la medida que se habla de emancipación.
Por esta razón, fue escogida por Colombia desde sus primeros años, a partir de la famosa “independencia”. Aunque suena muy bonita esa palabra, si nos damos cuenta, de independencia Colombia no tiene absolutamente nada. Lo que hemos vivido desde hace más de 30 años es el poder hereditario y favores burocráticos, situación de la que no escapa el Valle del Cauca, precisamente en el municipio de Florida.
Allí hay una cabeza principal, que es el señor alcalde, que, de hecho, tuvo una victoria bastante cuestionada. Ahora bien, la alcaldía cumple una función vital para el pueblo: el alcalde junto con un grupo de personas a su cargo tienen diversas funciones, entre las que se destacan liderar proyectos e iniciativas que le ayuden a los habitantes del municipio a salir adelante, buscando mejorar su calidad de vida, al igual que resolver todas las inquietudes y necesidades relacionadas con el municipio, preocupándose también por la tranquilidad y la seguridad de todos los ciudadanos en su territorio.
De este modo se asume que la gente que hace parte de la bancada de la alcaldía debe tener capacidades intelectuales y éticas bien marcadas para poder discernir sobre lo correspondiente a las necesidades de la gente, pero en Florida eso no se ve. La gran mayoría del banquete municipal (en las entidades como alcaldía, concejo, hospital, etcétera) no son profesionales, ni bachilleres. Incluso, muchos de ellos están ahí asumiendo posturas cómodas, agarrados de la teta pública y sin cumplir con los deberes requeridos.
Cabe resaltar que vivimos en una sociedad que cambia de manera constante y además cada vez exige más conocimientos, por lo que estudiar y formarse mantiene a las personas informadas y preparadas, lo cual ayudaría a un mejor desarrollo de las obligaciones. Sin embargo, en el municipio basta solo con la influencia, ya que el mérito queda aislado.
De seguir así, Florida y la política en general irán en constante detrimento. En este municipio hay jóvenes con gran talento humano, además de grandes capacidades intelectuales, físicas, éticas, etcétera, esperando que se les abra un espacio para contribuir con sus conocimientos y talento a su comunidad. Lastimosamente, no tienen fuerza política, que para los puestos políticos es lo que realmente importa, la cual los condena a buscar oportunidades fuera de su entorno.
Como dijo Saramago, "la quebradiza cáscara de la apariencia democrática", o Marco Aurelio Almazán, "la política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí importa".