(inspirado en los Informes periódicos del Instituto Superior de Salud italiana)
Queridos lectores, la pandemia de coronavirus está avanzando y con ella contagios, enfermedades y muertes que crecen hora por hora, agravando los boletines diarios emitidos por todos los estados de la comunidad internacional. Como es bien sabido, Italia está en el epicentro de la pandemia. Es el país más afectado, después de China, pero no por el número de contagiados - 63.927 casos de COVID-19 desde el comienzo de la epidemia- sino por el número de muertes. Lamentablemente, somos los primeros en el mundo, con un total, hasta la fecha, de 6.077 fallecidos y 7.432 sanados (actualizado el 23 de marzo de 2020, 6.00 p.m.). El gobierno italiano declaró un estado de emergencia social y sanitaria en todo el país, un mecanismo dentro de su normativa constitucional que le permite ordenar acciones con fuerza de ley para enfrentar y contener la propagación epidemiológica del coronavirus (ya van entre cuatro y seis semanas). En la Italia dimos la señal de alerta rápida, sin embargo, nadie nos aplaudió por ello. En un campo minado la señal rápida la da el primero que pisa una mina y ése fue la Italia. Hemos sufrido enormemente por ello, sin energía ni ánimo para llorar siquiera. Todas las medidas que planteamos hoy están siendo aplicadas por todos los Estados de la comunidad internacional. Como ya he dicho, una de las principales enseñanzas que deja el Coronavirus en Italia es la importancia de estar preparados antes de que la tragedia de la enfermedad crezca. La capacidad de reaccionar rápidamente ante situaciones de esta índole reviste particular importancia. Todo estará bien, pero todos debemos remar en la misma dirección.
La cuestión de los derechos no puede separarse de la cuestión de los deberes y obligaciones por lo que respecta a las cuestiones relacionadas con el respeto de las reglas del juego por parte de todos los ciudadanos. Se Recuerda que el coronavirus es un brote epidémico o una cepa de influenza virulenta a nivel mundial que se propaga entre pueblos del mundo y que no había afectado con anterioridad a la especie humana, para el cual hay muy poca inmunidad, o no la hay, en la población de seres humanos. Un enfermedad altamente transmisible sobre la que no se dispone de vacunas ni de los conocimientos científicos y técnicos para la elaboración y la producción de una vacuna en un período relativamente breve, del que consta la transmisión entre seres humanos. El alto precio que Italia está pagando por culpa del COVID-19 y la experiencia científica y técnica que está acumulando en materia de lucha contra la pandemia es sumamente importante.
Con esta publicación se busca, por un lado, iniciar un intercambio de ideas para generar estrategias en función de la duración, los contagios y la gravedad de la pandemia COVID-19 y por otro, resolver las inquietudes y dudas acerca de porque Italia padece la mayor carga de muertos en comparación con otros países. Debe recordarse que, para cada paciente involucrado probablemente haya otros tres en los que la enfermedad es mucho más leve pero que contribuyen a propagar la infección. La mayoría de los pacientes se recuperan sin daño permanente, incluso entre aquellos con los peores cuadros clínicos (Prof. Galli).
El Instituto Superior de Salud italiana (ISSI) en su más recientes Informes (23/03/2020) respondió a una serie de preguntas conexas formuladas por los expertos, ¿COVID-19 afecta particularmente a un grupo de edad? ¿Hace diferencias de sexo? En resumen, ¿quiénes son las personas con mayor riesgo de contagio? Para responder a estas preguntas, el ISSI ha publicado una investigación que hace un balance de la situación actual relacionada con los infectados y las posibles repercusiones del contagio. Todos los datos técnicos y documentos han sido verificados detalladamente antes de ser publicados (traducción propia).
De una muestra de más de 2000 víctimas seleccionada de casos positivo a COVID-19, las mujeres son menos de la mitad de los hombres (601 y 1402) y su edad es más alta que la de los hombres (83.7 años para las mujeres y 79.5 para los hombres). Por lo tanto, la edad promedio de los pacientes fallecidos y positivos a COVID-19 es de 79.5 años. En otras palabras, casi el 60% de los positivos son hombres y el 60,5% son asintomáticos o con pocos síntomas. Además, en este triste ranking, la mayoría (42%) vive en Lombardía (región que es el motor económico del país). Los hombres representan el 70% de los muertos; Hasta ahora, menores de 40 años solo ha habido víctimas masculinas (dos pacientes con COVID-19 positivos), también entre 50 y 59 años. En cuanto a los positivos de Covid-19, la edad promedio es de 63 años y el 25% tiene menos de 50 años.
Pero los tampones (test o pruebas) solo se realizan en aquellos que presentan los síntomas, por lo tanto, las personas potencialmente más infectadas que están bien y que llevan a cabo su vida regularmente podrían ser muchas más. Ni siquiera los jóvenes necesitan bajar la guardia y sentirse completamente invulnerables, ya que 17 pacientes han muerto antes de los 50 años. En conclusión, las peores consecuencias las tienen las personas que están más allá con los años: el 42.5% de las víctimas están en el grupo de edad comprendida entre 80 y 89 años y el 87.7% de las víctimas tienen más 70 años de edad. Debajo de 50 años, "solo" el 0,8% fallecieron. Las mujeres que murieron después de contraer la infección por COVID-19 son mayores que los hombres (edad media: mujeres 84.2 - hombres 80.3) y la letalidad aumenta notablemente después de los 70 años. El informe de la ISS ilustra otro hecho significativo: casi todos los fallecidos tenían patologías previas, esto por supuesto no cambia la emergencia y la gravedad del problema. Ahora bien, “Solo el 0,8% de los pacientes fallecidos tenían cero patologías; el 25,1% tenía una, el 25% tenía 2, y el 48,5% tenía tres o más de tres", explican desde el Istituto Superiore de salud. El 76,6% tenía hipertensión arterial, al segundo lugar se señalan los pacientes con diabetes (35,5%), y al tercer lugar se indican aquellos que también padecían cardiopatía isquémica (33%). Las evaluaciones también indican un 24.5% con fibrilación auricular, un 20.3% con cáncer en los últimos cinco años y un 18% con insuficiencia renal crónica. El número promedio de patologías observadas en los fallecidos es de 2.7 ". En los hombres, la letalidad es mayor, 7.2%, mientras que en las mujeres es 4.1%. La diferencia en el número de casos reportados por género aumenta progresivamente a favor de los hombres hasta el grupo de edad ≥70-79. En el grupo de edad ≥ 90 años, el número de casos femeninos excede el de los casos masculinos, probablemente debido a la estructura demográfica de la población. Los síntomas más comúnmente observados antes de la hospitalización en pacientes que murieron con COVID-19 positivo son la disnea (en italiano dispnea) y la fiebre, menos comunes son la tos, la hemoptisis y la diarrea. La insuficiencia respiratoria fue la complicación más comúnmente observada (98.8% de los casos), seguida de shock (22.9%), daño renal agudo (16.9%) y superinfección (10.8%)
Estudios recientes relacionados con Covid-19 han demostrado un riesgo de enfermedad más grave entre los fumadores. Un tercio más de los fumadores positivos para Covid-19 tenían una situación clínica más grave que los no fumadores al ingreso, y para ellos el riesgo de necesitar cuidados intensivos y ventilación mecánica es más del doble (Roberta Pacifici ISSI). Entre los trabajadores de salud infectados con el virus Sars-Cvov-2, la edad promedio es mucho más baja que la de la población general (49 en lugar de 63), y la proporción entre hombres y mujeres se invierte, con un 35.8% género masculino Es uno de los datos contenidos en el estudio epidemiológico publicado (ISS 20 marzo 2020) por la ISS en el sitio del epicentro, junto con el informe detallado sobre los pacientes fallecidos. En las personas que murieron positivas para Covid-19, la terapia con antibióticos fue la más utilizada (83% de los casos), la terapia antiviral menos utilizada (52%) y rara vez la terapia con esteroides (27%). Esto se afirmó en el Informe sobre las características de los pacientes fallecidos positivos publicado en el sitio web de Epicentro, actualizado al 17 de marzo.
La ISS, a través de su sitio web EpiCentro, ha dedicado una sección completa al coronavirus, como, por ejemplo, Covid-19, niños: cómo moverse por la casa jugando; confíe en el agua segura tanto para beber como para la higiene personal: el lavado de manos sigue siendo una medida de prevención primaria esencial para controlar la transmisión de Sars-CoV-19; trabajadores de la salud infectados con el virus Sars-Cvov-2; ¿los guantes sirven para prevenir infecciones?; Un vocabulario breve y ágil de la epidemia. Las palabras del coronavirus; Coronavirus, la letalidad, entre otros. Amen
Nota
Además de las implicaciones para la salud pública en un momento en que muchos países tienen poblaciones que envejecen, el brote de COVID-19 ya ha tenido un impacto político, social y medioambiental no solo por la magnitud del daño económico causado sino también por el peligroso impacto político que podía tener en la estabilidad del sistema internacional. El COVID-19 es un enemigo invisible de la humanidad que no respeta ninguna frontera y que devasta las economías de algunos países de manera más terrible que las hambrunas o los desastres naturales. También trataremos estos temas en la próxima publicación.
