Las votaciones del pasado domingo dejaron muchas enseñanzas para nuestra sociedad pospandémica. Al estilo de países como EUA, probablemente elegiremos a una persona de edad como lo es Rodolfo Hernández, quien ganará el 19 de junio, sino pasa algo extraordinario en estas dos semanas que quedan.
La pregunta es ¿por qué será así dentro de dos semanas y cuál es el trasfondo existente para que elijamos a un candidato que se ha convertido en un fenómeno en las masas en el último mes a punta de redes sociales (como lo hizo Trump hace cinco años) o “Tik Tok”, sin debates televisivos y sin plaza pública?
Para entenderlo lo sintetizo en cuatro aspectos: la lucha anticorrupción, los grupos empresariales, la clase media y la segunda vuelta.
En primer lugar, la bandera contra la corrupción, de la cual estamos todos cansados y por ello el castigo al establecimiento ¡los grandes perdedores del domingo pasado!, pero se está escogiendo en segunda vuelta entre la debacle (Petro) y la lotería (Hernández) indudablemente ¡preferimos lo último! y la entendemos como la incertidumbre ante un eventual gobierno de Rodolfo ¡no sabemos qué va a pasar! ¡no hay gobernabilidad! y lleva a la única salida un referéndum que permita revocar el Congreso de la República (la meca de la corrupción) los cuales son del establecimiento, y de paso a preguntarnos en la reducción del Estado llena de burócratas y recuperar la institucionalidad en especial el de la justicia.
En segundo lugar, la clase política pierde su representatividad en el Ejecutivo y recibe un castigo del constituyente primario y el país queda en manos de los empresarios que van a tomar la rienda por los próximos cuatro años, ya que el establecimiento no fue capaz de dar respuesta a las problemáticas sociales y de paso implica un ajuste del Estado para que se dedique a su función más importante como es la de regular y al fortalecimiento de la privatización.
En tercer lugar, cuando se lee la historia moderna de España después de la guerra civil, surge algo inexistente como es la clase media, con la cual, sin ella, no habría podido llevar a cabo la transición de la dictadura hacia la democracia y lo menciono porque este es el error de la izquierda colombiana, su discurso dejo por fuera a los de la mitad que constituye el 30% de los votantes y que respaldará a Rodolfo en la segunda vuelta, veo difícil que Petro pase de los 9 millones de votos (no se de dónde va a sacar 2,5 más) mientras Rodolfo alcanzará fácilmente los 12 que necesita para ser elegido.
Ante ello Petro ya esta planteando un gran acuerdo nacional, ya siente pasos de gigante.
Finalmente, uno de los cambios más grandes y progresistas que ha tenido el país es la Constitución Política de 1991, donde estuvo participando el M-19 e irónicamente fueron los que incluyeron el tema de la segunda vuelta presidencial y que hoy en día pone en aprietos a la izquierda, sino fuera por dicho invento ya tendríamos a Petro como presidente.
Sin embargo, la segunda vuelta es incluida para que las minorías pudieran ser representadas y se convirtió en un arma de doble filo que le costará la presidencia ¡Irónico!