Comparar insultos en campaña política es inane. Este fin de semana se armó un maremágnum con el trino de una mujer mediocre de baja estirpe, con ínfulas propias de gente “de bien” en contra una negra caucana que gústeles o no, será vicepresidente de la República.
Y sólo cuando alcancemos un grado de “civilización” como en Europa, estas manifestaciones se irán diluyendo, pasarán generaciones antes de lograr comportamientos respetuosos con los negros, las mujeres, los homosexuales, los transexuales, los travestis, los asexuales, los raperos, los ateos, los maestros, los artistas, los sindicalistas, los pobres...
El racismo permanece introyectado en las conciencias de las personas, tanto en quienes lo promulgan como en quienes lo sufren.
He oído en el litoral Pacífico a jóvenes y viejes diciendo que “lo único negro que tengo es la carpa”. Y otro día, viajando en un Bolivariano, una negra jovencita le decía al novio en medio de una discusión amorosa, con su encantador acento, “negro tenía que se”. Claros ejemplos de que a pesar de abolir la esclavitud hace 170 años, seguimos con ataduras mentales de cadenas tan fuertes como los eslabones de hierro.
En la música se manifiesta de manera especial la asociación de lo malo con el color negro: “Nube negra” de Rafael campo Miranda, Mis flores negras de Julio Flórez, “Lágrimas negras” o “Negrura” el bolero espectacular de Guicho Cisneros.
Pero igualmente, muchos han tenido la capacidad de expresar en tres minutos lo que tardan meses o años los libros. Se han compuesto canciones fantásticas, como “La Raza “de Mario Gareña, interpretada por la Billos Caracas Boys, “No le pegue a la negra” de Joe Arroyo, “Si Dios fuera negro” de Roberto Angleró” o “Angelitos negros” de Rafael Hernández”, que son obras de arte maravillosas contra este mal que nos impregna, la protesta magistral contra el infame esclavismo y el racismo, todo un canto a la libertad.
Es que 200 años de látigo y sojuzgamiento no son fáciles de borrar, mas la copa algún día se reboza, se explota y los oprimidos se rebelan como una masa incontenible y arrasan con todo orden establecido.
Es lo que ha sucedido en Roma con Espartaco, en la revolución francesa, la mejicana o la rusa. En cualquier parte del mundo, China, India, Pakistán, Camboya, Turquía, Arabia o El Congo, todos claman por su independencia y por su autonomía.
Se rebelaron. Sólo nosotros nos quitamos de encima el yugo español, quedando en manos de los criollos descendientes del invasor que se quedaron con el poder sin depender de España.
Ahora, 210 años después viene un estallido social impresionante y surge entonces nuevamente el establecimiento, la maquinaria estatal, que se ve perdida, a tratar por todos los medios de evitar lo inevitable.
Petro es la esperanza de este pueblo valiente, paciente, tolerante, indiferente, miedoso, temeroso, en fin, es imposible describir con una palabra qué somos, qué nos ha pasado para aguantar año tras año los bandidos y desgraciados gobernantes que nos han tratado como a los perros en misa.
Los detractores de Petro y Francia Márquez esgrimen que al presidente de la república lo llaman Porky, y entonces la mamertada no dice nada al respecto. La “negra Márquez”, la “guerrillera”, la “cocinera de palacio”, que “no hay nada peor que un indio con mando y negro con plata” y todas las cosas que los “de bien” han sido capaces de proferir son detestables.
Y no se pueden comparar contra las críticas de Matador a Duque, eso sí, infaltables durante cuatro largos e inolvidables años de su gobierno nefasto.
Le quedarán para el recuerdo centenas de caricaturas que le marcaron para siempre. De cerdo fue su comportamiento con el pueblo durante estos cuatro años de gobierno mediocre y corrupto, del gobierno entero, incluso con los pudientes que por cierto escasos.
Que se despreocupen los pobres de derecha, esos 10 millones que votaron por un señor innombrable porque ya podían ir a la finca sin tener donde caerse muertos.
Y después por el que él dijo durante doce años. Y aquellos temerosos de volvernos Venezuela, con casa de media hectárea, piscina y BMW pagado por cuotas, tampoco clasifican para expropiar. Pagan impuestos y punto.
La comparación odiosa de una mujer valerosa, luchadora y comprometida con su región y su país, que busca las reivindicaciones más que merecidas de los millones de pobres (negros, indígenas, mestizos, zambos, raizales, palenqueros y blancos, que también existen por montones), con un gorila de ficción, fue la gracia de una bocona siliconada y arribista como pocas.
Ella cree pertenecer a las élites porque su marido fue jefe de seguridad del casi más inepto presidente que ha tenido el país. Pero trataba a la gente que la atendió en el Hospital Central de la Policía cuando estuvo hospitalizada hace más de 20 años. Se comportaba como el marido, se ponía los galones del tipo.
A todas luces impresentable. Y con su actitud de esta semana, con sus posturas infamantes frente a la mano tendida por Francia, sólo genera el rechazo de todo un país y del mundo.
