En el Carnaval de Barranquilla podemos deleitar nuestros oídos escuchando la música folclórica que es típica de nuestro país: ¡La cumbia! También podemos apreciar ritmos africanos.
Así como nuestros oídos se deleitan, nuestros ojos también lo hacen con el colorido del sinnúmero de disfraces de sus personajes que representan las fiestas del Dios Momo en el ámbito mundial.
Entre en Torito Bravo, las Negritas Puloy, el Congo, el Garabato y María Moñito, se destaca el disfraz de la Marimonda. Este personaje simpático es ciento por ciento barranquillero y nace a finales del año 1800 por la clase obrera que era esclavizada y explotada a realizar trabajos forzosos por los elitistas (grupo de personas que pertenece a una éite) sin recibir pago ni descanso alguno. El disfraz es una forma de protesta con la que buscaron liberarse de ese yugo. Ellos se burlaban e imitaban a los miembros de la élite, convirtiendo sus rostros en caricatura.
Cuenta la historia que uno de los esclavos se puso un pantalón, una chaqueta al revés, unos calcetines en las manos que representaban un par de guantes; con un saco hizo una máscara y con una almohada elaboró unos anillos con esponjas que parecían ojos grandes y nariz larga.
Aquel hombre elaboró luego una corbata y unas orejas largas como burla a los políticos del gobierno de aquel entonces, que solo recibían un jugoso sueldo sin trabajar duro como ellos.
Desde entonces, la Marimonda se convirtió en el personaje insignia del carnaval de la Arenosa. En el presente existen varios grupos de personas que se disfrazan de este personaje que es muy mamador de gallo, año tras año en el carnaval de Curramba, alegrando a los carnavaleros.
En la pasada guacherna, evento que le dio la bienvenida al carnaval.
El 2022 desfilaron varios grupos vestidos de Marimondas, uno de ellos fue el de las hermanas Agustina y Maritza Fuenmayor, quienes llevan 20 años participando en el carnaval de su natal Barranquilla. Sus 69 y 68 años, respectivamente, no son impedimento para que estas barranquilleras se gocen el carnaval.
En una entrevista que le hicimos nos manifestaron que el baile lo llevan en la sangre. Sostuvieron también que ellas no reciben ninguna clase de reconocimiento por parte del carnaval S. A. ni del Ministerio de Cultura y, peor aún, ni la alcaldía se acuerdan de ellas.