Mucho se ha hablado en los últimos días de los "botes" y "alianzas" que están configurando el juego electoral colombiano del 2022, con los cambios y salidas las nuevas y viejas coaliciones hay mucho que pensar, pero realmente ¿Qué estamos eligiendo (enfrentando) en las próximas electorales?
Bueno primero hace falta tener claros los bandos; en primer lugar tenemos a el uribismo, esa derecha latifundista y con nexo de dudosa precedencia que le esta apostando a mas de lo mismo, continuar el legado Uribe-Duque del que poco hay que desatacar además de su ineficiencia administrativa y su gran perspicacia militar.
En segundo lugar esta la anteriormente llamada coalición de la experiencia en cabeza del buen Fico y Enrique Peñalosa dos de los alcaldes mas "experimentados" del país una visión anticomunista, antirusia y antisocial que encarna los fetiches económicos de las derechas tradicionales del país con aires de renovación para el libre mercado colombiano, además de una gran experiencia en la "urbanización" (cementización) de las principales ciudades del país.
En tercer lugar esta el extremo centro, los incalificables de los que poco o nada podemos esperar un sector tranquilo una derecha dietética, descafeinada y renovada por el centro político y el MOIR encabezada por nuestro analista marítimo favorito Sergio Fajardo y el gran amigo de José Obdulio, Jorge Enrique Robledo.
Y por ultimo, tenemos al pacto histórico encabezado por Gustavo Petro al que se han sumado y alejado sectores conforme avance la carrera, en las ultimas semanas el pacto ha tenido un acercamiento con las derechas y un distanciamiento de las negritudes y los indígenas, podemos resumir las apuestas del pacto histórico en la gran devoción que Gustavo manifiesta por la excanciller Alemana Angela Merkel. Son básicamente un sector que aspira al Estado del Bienestar y a desarrollar un capitalismo amable, tanto social como medioambientalmente en Colombia.
¿A donde va todo esto?, pues saliendo de la lectura de los medios como Semana, El Tiempo o El Espectador realmente nos estamos enfrentando solo a tres visiones:
- Un capitalismo latifundista servicial a los sectores tradicionales, militarista, conservador en lo social y liberal en lo económico que lleva en el poder desde Julio Cesar Turbay Ayala y encontró su auge en Álvaro Uribe. La cual encarnan tanto el centro democrático como la coalición de la experiencia.
- Un capitalismo reformado que quiere tener a otros empresarios detrás menos militarista, mas open mind que quiere jugar al país en desarrollo otros cuatro años y darnos un gobierno que va a tener luces y sombras, milagros y plagas. La cual se encarna en la coalición de centro esperanza.
- Un capitalismo que quiere incluir a todos los sectores que pueda (y le convengan) que además viene a poner una serie de reformas y cambios de paradigma en varios aspectos donde Colombia va atrasada y subirse al carro del primer mundo de los capitalismos verdes y sustentables, un desarrollismo humano. Claro esta encarnado en la Colombia Humana.
¿Entonces dónde queda el socialismo, el bolivarianismo, el castro-chavismo o el socialismo del siglo XXI? La respuesta es sencilla: NO EXISTE. Esa visión de Vicky Dávila o de La Pulla es una ficción fruto de vivir en un país atorado en la guerra fría y con un cero por ciento de cultura política de todos sus ciudadanos.
No estamos poniendo un gran giro económico o una renovación de la republica como muchos piensan o venden. En materia económica no hay una aproximación al socialismo o al colectivismo por ningún lado, las pugnas son mas sociales y medio ambientales pero todas vienen de la misma raíz. Obviamente será decisivo para muchas cosas, la legalización de varios tabús como el cannabis o el aborto, una apuesta por una reforma del estado militarista que tenemos y una apuesta por la paz y la democracia.
Lo que realmente estamos poniendo en juego es si vamos a seguir jugando al país católico que tiene una suerte de inquisición tardía que parece no tener final, seguir jugando al eterno mito del país en vía de desarrollo o montarnos a las nuevas tendencias en que las democracias liberales están trabajando.
¿Por quien es importante votar? Sencillo hay que decidir que lugar queremos ocupar en el mundo y cuantos años mas de retraso le queremos sumar a nuestra modernidad tropical tardía.
Pero debemos tener claridades no estamos en una cruzada antifascista por volver a Colombia la Republica Popular y Proletaria de la nueva granada, ni estamos en una cruzada por frenar al fantasma del comunismo que se esta expandiendo por nuestras latitudes. Estamos frente a avanzar con el mundo o seguir estancados.
Si se quiere pensar de manera mas analógica es mas similar el pleito entre los Jacobinos y Girondinos de la Francia Revolucionaria, que debían decidir entre el atraso o la revolución de las luces.
En 2022 vamos a votar por eso por conservar las viejas formas o actualizarnos a las demandas de nuestra década, nuestra nación y nuestro mundo. No hay que darle mas vueltas al asunto y seguirle metiendo ideología a una contienda política que si se analiza de fondo carece de ideologías.