Con su exigua estatura, no hablamos de estatura física sino de estatura moral, la única manera en que Álvaro Uribe Vélez se pueda destacar dentro de la masa de su partido (que anda bastante partido últimamente) es tener a un montón de enanos alrededor. Los envía cada cuatro años a la mina con halagos a sacar diamantes del presupuesto para su voraz manutención.
Duque, quien es un experto en la teoría de los enanos, sabía que en últimas él era como dicen los gringos “expendable”, un presidente desechable cuya única misión y fin fue la de apropiarse los organismos de control para blindar a Uribe de investigaciones y carcelazos en curso.
La cereza del pastel: apropiarse los fondos privados para hacer “obras de infraestructura” como el multimillonario proyecto del canal del Duque, perdón, del Dique, que promete ser a futuro un Reficar, un Hidroituango o un viaducto de Chirahara, o todos ellos juntos. Naturalmente como se acostumbra en Colombia: obras caras, mal hechas o con eternos atrasos.
Asumimos que un 20 por ciento del presupuesto estará destinada a una placa de inauguración más vistosa que la del túnel de la línea. Placa que compite con la muralla china en ser la obra humana más grande construida. Tan grande que se puede ver a simple vista desde el espacio. La plata del Canal del Dique, se acordarán de mí, terminará en bancos de Panamá, lujosos condominios en Miami o en suntuosos retiros ibéricos expresidenciales. Para Colombia, nada.
A Zuluaga, el enano gruñón, lo envió al socavón de la mina para que buscara una candidatura, pero de ese oscuro mundo jamás salió. La Cabal, por el contrario, se creció. Y lo hizo de tal manera que está opacando al propio jefe. Sin embargo, su votación al senado deja entrever solamente que ese es el techo real de un partido que se ahoga en su propio sectarismo. Miguel Uribe Turbay sin duda es “Tontín”. Dejó de lado una herencia política en el partido liberal que se apropió César “Gavilla” y terminó cambiandola por las migajas que le daban en el Centro Democrático.
Hay más enanos, sin duda. Muchos están el cárcel o estuvieron en ella a expensas de ser el teflón de su Padrino. Federico Gutiérrez, un hombre sin ideas propias, pero con un “Equipo por Colombia”, partido político hecho a partir de firmas (firmas como el grupo Aval, los Gilinski, el Sindicato antioqueño, la oficina de Envigado entre otras), sería el próximo títere del uribismo. En este caso el prócer de la derecha habrá acordado gobernar a Fico como un Alien. Es decir entra en el cuerpo de Fico a la manera de un parásito y luego lo sacrifica reventándolo por dentro. Eso le asegurará cuatro años más de total impunidad. Luego, ya veremos.
Este país se debate entre un partido político cuya inspiración e ideología parece sacada del más puro franquismo y otro que propone desarrollo económico y social, oportunidades para todos y menos desigualdad (porque en recientes informes seguimos siendo el segundo país más desigual del planeta).
El país tendrá elecciones dentro de muy poco. Aquellos privilegiados que lo han gobernado durante veinte años y más van a soportar una dura prueba. Una que quizá les golpee el orgullo, pero que sobre todo golpeará muchas de sus oscuras pretensiones.
Sin embargo, lo más patético del espectáculo electoral que se avecina es verlos babeando boquiabiertos cuando el candidato del Pacto Histórico propone un tren que una el Pacífico con el Atlántico. Si lo hubiera propuesto Peñalosa aplausos, pero cuando lo propone su némesis es mala idea, imposible de implementar, una ilusión estúpida. Será más fácil que aparezca Jesurum después del fiasco de Catar que un presupuesto digno para tan faraónica obra.
Otra cosa pensamos los nadies. Es un asunto de grandeza. De estadistas. De países del primer mundo que tienen trenes que andan a 360 kilómetros por hora y que conectarían a Bogotá con Santa Marta en poco menos de cuatro horas o a esta con Buenaventura en seis.
El TGV o Train à Grande Vitesse de Francia, el AVE, sigla de la compañía de tren Alta Velocidad Española o los trenes bala de Japón son un buen ejemplo del valor de la movilidad física que traería de la mano la tan necesitada movilidad social.
Ni siquiera se necesitan grandes obras de infraestructur, puesto que el valle que conforma el río Magdalena es lo suficientemente plano y ancho para albergar las líneas. En adición a esto, el propio río, al que el país político le ha dado desde hace décadas la espalda, es una vía fluvial de carga que aliviaría costos de fletes y reactivaría la industria turística en los hoy abandonados pueblos de sus riveras como Honda.
Pero está claro que a las concesionarias de los peajes y sus financistas no les convienen los trenes ni las barcazas. Prefieren ver un atolladero de carros de seis horas en la vía 4G Bogotá Melgar que perderse la plata de los tributos que hacen sonar sus arcas minuto a minuto 360 días al año.
Tampoco les suena ir abandonando paulatinamente las rentas del petróleo y reconvertirlas en energías limpias. Como Petro lo hizo público fue como si hubieran escuchado una blasfemia. Seguir la senda de los combustibles fósiles y no diversificar, o “sembrar” el petróleo como lo están haciendo los países árabes equivale a un suicidio económico a mediano plazo, más teniendo en cuenta que algunos países desarrollados están en la senda de ir cambiando el parque automotor por automóviles eléctricos a partir del 2030. Es un meteorito que no están viendo venir nuestros políticos de la era del jurásico.
Como si ya no hubiera híbridos en el país. Como si no supieran que existe una compañía que construye carros llamada Tesla. Ignoran que dicha tecnología es tan viable que ya los fabrican en Alemania, Francia, Italia y China, estos últimos con la segunda marca que más vende en el mercado. En Bucaramanga, estudiantes de ingeniería de la UIS ya fabricaron uno casi de juguete, pero en Paipa otro equipo de estudiantes auspiciado por la empresa TRATEC diseñó y fabricó un pequeño furgón de carga que no tiene nada que envidiar a un carro similar de otro país.
Finalmente el líder del Pacto Histórico propone fomentar la educación. Llevarla a un punto en el que no dependamos tanto del recurso natural y que apostemos por el recurso humano. Quizá porque se ha dado cuenta de que hay talento en las mentes de nuestros creativos universitarios. Un egresado del Sena, que quien inventó los primeros narcosubmarinos. Ingenio desperdiciado por falta de oportunidades.
Es el resultado de la ausencia de un líder con visión de estadista. A cambio nos tocó un capataz de finca con zurriago. La finca es su “patria”, palabra dilecta de Uribe, la cual a pesar de ser un sustantivo femenino es de lo más machista que existe en tanto que de ella son familia términos como “padre” y “patriarca”. Quizá por eso mismo usa tanto el término “hijitos”... Es tal vez esa la razón del subdesarrollo. Nos dirigen políticos enanos. Fico dice que elegir a Petro es un “salto al vacío”. Increíble semejante frase, de la boca de uno de los más puros políticos paracaidistas de este país.