El movimiento #Metoo ha unido a cientos de mujeres en el mundo que han alzado la voz para denunciar el acoso y abuso sexual del que han sido víctimas. En entrevista con El espectador la modelo colombiana María Jiménez Pacifico ha dicho yo también (#Metoo) y de esta manera se unió a la campaña, rompiendo el silencio frente a dos abusos sexuales a los que fue sometida.
En la mencionada entrevista Jiménez sostiene que sufrió violencia sexual a sus 17 años y luego en el año 2012 en un bar en Islandia, sobre estos lamentables hechos considera que, "Tristemente la sociedad se acostumbró a señalar a la gente. Si eres gorda te señalan, si eres mujer te señalan, si eres gay te señalan. La gente en Colombia vive del qué dirán. Mi gran consejo es: No vivan del qué dirán porque se vuelven esclavos, no serán libres y no podrán disfrutar su existencia". Por lo anterior, en declaraciones posteriores en sus redes sociales María afirma que:
“No hay que permitir que el miedo nos paralice, tenemos que transformar el dolor en fortaleza y poder. Desnudar el alma al romper el silencio que carcome nuestras entrañas jamás va a ser fácil, pero es una forma efectiva de sanación. Hay que llenarse de valor sin importar los señalamientos y el qué dirán. Hablar nos hace bien y nos ayudara como una terapia reconstructiva emocional hacia la liberación.
Quiero invitar a todas aquellas mujeres que en algún momento de sus vidas han sido objeto de abusos psicológicos, emocionales, físicos y sexuales a que escriban su historia con detalles y la compartan conmigo. Unidas lograremos grandes cambios en la sociedad y venceremos el miedo a hablar. Es hora de tomar acción, comunicar, buscar sanación y soluciones.
Ninguna persona que ha sido sexualmente abusada tiene que avergonzarse por contar lo sucedido, la vergüenza destroza en silencio, un silencio que la sociedad prefiere escuchar, aun sacrificando a todas sus víctimas”.
María Jiménez como todas aquellas mujeres que han sufrido acoso o abuso sexual que han alzado su voz tienen una característica que las une, y no es el ser victimas sino sobrevivientes indestructibles, con la valentía para contar su historia y con el firme propósito de empoderar a otras mujeres a no sentirse solas sino todo lo contrario, enseñarnos que comunicarnos entre nosotras es como podemos reconstruirnos y seguir adelante.
El movimiento #Metoo recuerda lo expuesto por Kate Millet en el feminismo de los año setenta: “Lo personal es político”; es decir, la violencia que sufrimos las mujeres no es algo individual o aislado sino todo lo contrario es algo que podemos notar que nos ha pasado a todas en algún momento de nuestras vidas y por tanto es toda una violencia estructural en contra de las mujeres y la única forma de superarla es comunicarnos entre nosotras para sentir acompañamiento, sororidad y por supuesto la fuerza como forma de resistencia al temor.
* Nota: María Jiménez Pacifico denunció públicamente en Islandia estos hechos en el año 2014.