Desde el 6 de marzo del 2020, nuestras vidas cambiaron para siempre, jamás imaginamos que a partir de esa fecha, las costumbres y las actividades laborales cambiarían por completo. Sobre todo las del personal de salud y enfermeros.
Aquella fecha cuándo se reportó el COVID-19 en Colombia, una pandemia que costó la vida de millones de personas en el mundo, y dejó en evidencia la sobrecarga y la escasez de enfermeros.
Una problemática que hoy en día sigue afectando al sector salud, como profesional de enfermería, especialista y magistra en cuidado crítico, viví la pandemia como primera línea de atención frente a la emergencia, lideré el grupo de enfermeros a mi cargo brindando un servicio oportuno seguro y eficaz, a todos los pacientes que ingresaron en ese momento por contagiarse del COVID-19.
Durante la pandemia, la pérdida de nuestros colegas enfermeros fueron golpes emocionales que no tienen reparación alguna, salió a relucir la falta de garantía y contratos dignos para el personal de la salud, además de pagos pendientes y sobrecarga laboral.
Los enfermeros son los héroes olvidados porque años después de haber dado su vida por una causa, no tienen mejorías en los contratos.
Hacemos un llamado de reflexión a las instituciones, con el fin de lograr brindar aspectos básicos para los profesionales.
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