En el Tiempo del C19 cientos de valientes personas en vez de asumir el encierro y el engorde, prefirieron modificar su forma de afrontar la vida y decidieron construir, innovar, ingeniárselas en contra de la enfermedad. Unas empresas con mucha humildad comenzaron a hacer Tapabocas y eso lo presentaron en el noticiero, otras entidades y universidades a construir Respiradores Mecánicos para ayudar, otros a desarrollar Cabinas Aspersoras Desinfectantes y Máscaras protectoras para el rostro de médicos y trabajadores. Todo eso salió en las noticias, pero en la práctica ya el "Sistema" comienza a golpearlos y a impedir que éstas se promuevan aunque sean excelentes iniciativas que debían ser incentivadas. Los grandes emporios se burlan pues jamás a un hospital x o y se le permitiría un Respirador Made in Colombia, jamás. Se los aseguro. Habrán Respiradores Colombianos que jamás se usarán, pues solo los Phillips sirven. Por cierto solamente llegarán hasta noviembre de este año, pues Colombia no es un buen mercado.
Para los gobernantes es pintoresco que alguien haya dicho que con "Gárgaras de sal", se puede combatir el C19 o con Bicarbonato e incluso tomando licor. Mostrarlo si para las noticias alentadoras que por estos días casi todas son negativas.
Pero jamás se le ocurrió al gobierno de la Economía Naranja pagar un incentivo de 50 o 100 millones, qué digo yo, 10 incentivos de estos para los equipos de médicos o bacteriólogas que puedan encontrar "Pruebas Rápidas" o "Mecanismos de control". No, nada de eso pasa y no es que no tengamos material humano y científico. Yo pondría a Patarroyo o a Llinás entre el grupo de conocedores para dar esos incentivos, pero no, aquí solamente se hacen créditos e incentivos por $10.000 millones a Mc Pollo, Italcol, Arroz Roa entre otros por medio de la intermediación de los bancos Colpatria, Bancolombia, Davivienda, Banco de Bogotá, Itau y el Banco de Bogotá, Bancos que no lo hacen por caridad, sino que se ganan el 6% de la cantidad prestada. Justamente ahora dicen que "devolverán" los dineros estos malditos y no lo hablo por las empresas solamente. Si la gallina fue robada y es devuelta, no quita en nada el robo. Este es nuestro "País de Cafres" como lo dijo el Dr. Echandía. Finagro y sus secuaces diría yo.
El INSalud ya comenzó a inutilizar las cabinas, las máscaras, los antibacteriales y todo tipo de procesos, pues allí no hay negocio alguno. INVIMA, su servidor, comienza a impedir que estos emprendedores peleen una batalla que está en la calle y no en los escritorios en Bogotá. Siempre ellos de manera peligrosista aducen que "no se puede garantizar la inocuidad de los productos que se usan", violando el hecho de que existe la presunción de buena fe y no de MALA FE.
Aquí le meten recursos a una Banda de Guerra (eso es lo que es) y no compran un microscopio molecular. Aquí construyen una refinería de licor y no desarrollan un gran laboratorio para luchar contra las enfermedades. Aquí construyen túneles que valen 10 veces más que hacer dobles calzadas, puentes que se hacen acordeón y se les perdona su ineptitud.
Si no hay negocio en los que el Estado, las farmaceúticas tengan participación, pues hay que tumbarlos como la canción de la "casa que vamo a tumbá". Para desprestigiarlos inteligente y mordazmente le llaman "colombianadas". Hoy todos estamos esperando pruebas rápidas enviadas desde Estados Unidos, pues así sean hechas en China, el capitalismo absorbe todo negocio. Somos un país de rodillas frente a los avances tecnológicos externos, que es triste decirlo, difícilmente cambiará si creemos que lo nuestro no vale un carajo.
La manzanilla, la ruda, el limón, incluso la marihuana son para el Estado muy ramplonas o solamente sirven para hacer agüitas aromáticas.
Es la misma vaina que pasa con la Aguapanela, que ésta no tiene cabida en la gastronomía del país pues la idea no ha salido de las cocinas de los chefs, es decir los hijos vagos de los ricos que se ocupan en sus propios restaurantes. A todos los demás nos toca trabajar y salir a luchar en contra el C19 y la ignorancia del Sistema, por que lo hecho en casa no vale nada.