Lo importante es que el candidato no brille
Opinión

Lo importante es que el candidato no brille

Por:
abril 23, 2014
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Cuando terminó la V Cumbre Mundial de Comunicación y Política (suena una fanfarria), surgieron  tantos dilemas que se pregunta uno si estuvo en el lugar correcto, si aprendió algo, si dejó de aprender algo, o si se propusieron allí reales valores que no alcancé a discernir y comprender. Creo que me excedí entre políticos y asesores de políticos. Me pareció  que se dijeron mentiras con funda de verdades; o mentiras cargadas de maquillaje que no llegaban a convertirse en certezas. Una sensación de haber sido engañado, tomado por tonto… “No sé Ernesto, no sé…”, como dijo Diomedes Díaz.

Sentí una extraña sensación de ser escuchado. Parecía que una  carga de impurezas recorría mi cuerpo y que necesita ser sacudido (con algún ritual vudú o cristiano) antes de que el mal dejara daños irreparables. Necesitaba que alguien me diera certezas y me explicara si estaba tomando algún mal camino. Seguí hasta el centro de la ciudad como si mis pasos me llevaran hasta el confesionario de alguna iglesia colonial. Pasó.

Pude preguntarle al sacerdote si haber asistido a una cumbre mundial de comunicación y política (otra fanfarria) tuvo algo de pecado, o fue la mera idea de haber estado cerca a la tentación.

El padre fue generoso. Comprensivo. Le hablé qué había visto y escuchado en la Cumbre Mundial de Comunicación y Política (fanfarria, por favor) y me citó de memoria un pasaje del capítulo 9 de las Confesiones de San Agustín: “Otras cosas hay que parecen pecado o delito, pero que no son pecado; porque ni os ofenden a Vos, Señor Dios nuestro, ni a la convivencia social”(me enredé más).

Le dije que había visto al gobernador de Bolívar, interrumpir el inicio de la ponencia de clausura, para hacerse una “selfie” con el estratega Antonio Sola. El gobernador pidió que la gente alzara los brazos, y la gente idiota lo hizo, tenía buena barra.

El cura, quien en confianza me dijo que había finalizado un curso de inglés por Internet, comentó que no era necesario que le explicara eso de “selfis” (fue su pronunciación), que el vocablo (selfish) significaba egoísta, y que fue un acto muy egoísta del gobernador interrumpir al ponente para lucirse con alguna ocurrencia.

Entonces ya no me dio gana de contarle que en algunas conferencias se hablaba en un prescindible bilingüismo criollo, sin advertir los peligros de una asolapada colonización lingüística por parte de los asesores de políticos. Se habló con total naturalidad de flayer, publíciti, manayement, baner, reit, imailmarketin, postin, new image, yin and yan said, incert, dirty mesage, poling, voting, work on line, community management, entre muchos otros…

Tampoco le conté que conocí a una asesora que recomendó en su conferencia unos polvos para evitar el brillo en las mejillas y la frente del político, porque lo mejor, dijo, es que el candidato no brille mucho. Esa es la clase de frases que me mantiene en esta intranquilidad que aún no he podido salir. La misma profesional comentó que ella no asesoraba que ella hacía “Branding personal” (¡vaya!), y recomendó colores para las estaciones del año, cortes de pelo, marcas de polvos compactos, cortes de pantalón, texturas de telas, paños, cretonas, y hasta tipos de zapatos… me dije entonces que la señora Lola, la modista del barrio, podría ser entonces una buena asesora porque me ha dado los mismos consejos.

Al final, el sacerdote me lanzó una pregunta que intento responder: “Pero dígame joven ¿con la experiencia de la cumbre mundial de comunicación y política cree usted que tenemos mejores asesores que políticos, o mejores políticos que asesores?

Me quedé como orando. Pensé que en lo local, hay gente muy dedicada que se esfuerza por redactar mensajes como Pedrito Pereira, la fuerza que decide. ¿Cómo alguien que se llama Pedrito puede tener la fuerza que decide? Ahora, por ejemplo, veo unas bellas camionetas cuatro-puerta, con la palabra Quinto con manitas sucias de pintura a los lados. ¿Será de algún político local, o una nueva marca de cerveza cartagenera? Sospecho que es lo primero. Allí la frase ingeniosa y brillante del estratega podría ser. “No hay Quinto malo”; o “Quinto se ensucia las manos solo de pintura”, los niños de preescolar lo adorarán.

Si pasado el tiempo, Pedrito no es la fuerza que decide, o Quinto se ensucia las manos de barro, la Superintencia podría sancionarlos por publicidad engañosa. Hay buenos asesores, concluí.

Le dije al padre que de todas maneras me impusiera una penitencia porque yo me sentía impuro, me dijo, ahí la tienes, resuelve la pregunta que te he formulado. Pensé entonces en Sola, quien al final de su charla, sacó una bandera venezolana, y dijo que lo hacía en solidaridad con JJ Rendón, perseguido por el gobierno venezolano, pero nunca mencionó que es requerido por la Interpol por violencia sexual.

“No sé Ernesto no sé…” escuchar a un consultor decir que gracias a su estrategia en redes, David Name alcanzó el triunfo (compa’, cómo así…), y luego ver un anuncio de la Cumbre (página entera en El Universal de Cartagena) en el que se lee: “Hoy en Iberoamérica y en diferentes países del mundo, también se proyecta la transformación del Bolívar Ganador”, así no se proyecte a lugares más cercanos, es darse cuenta que la  estrategia funciona. Eso nadie lo duda (mira tú).

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