En la etapa 16 del Tour de Francia Movistar pensaba recortar el camino que habían perdido en este Tour de Francia. Es que la escuadra española necesitaba a como diera lugar obtener puntos para seguir siendo parte del World Tour. Entre el 2012 y el 2019, años en los que Nairo Quintana junto a Alejandro Valverde fueron los líderes de esta escuadra, eran los mejores del mundo. Siempre disputaban con el Sky, después convertido en el INEOS, por ver quiénes eran los mejores. Pero en el 2019 desafiaron a Nairo trayendo a un corredor como Mikel Landa, valiente escalador que nunca logró tener la dimensión del colombiano. Nairo se cansó de muchas cosas, entre ellas del maltrato.
Sus compañeros no corrían para él, la situación fue particularmente asquerosa cuando Marc Soler decidió manotear de la peor manera porque el equipo le dio la orden de esperar a Nairo quien peleaba podio en la Vuelta a España del 2019.
Nairo en el Tour de ese año logró la única victoria para el elenco telefónico y cansado de las humillaciones decidió irse al Arkea, un equipo de segunda división que le ofrecía lo que no podía el mejor equipo del mundo en donde Nairo ha sabido correr con inteligencia este Tour y esta cerca de conseguir su cuarto podio, un logro que solo los mejores han conseguido.
Es tal la buena energía y el respaldo que siente en su equipo que Nairo logra abrazarse de esta manera con su entrenador:
Mientras tanto en Movistar no dan pie con bola y el desastre es de proporciones apocalípticas. Hoy por ejemplo intentaron irse en la fuga con Enric Mas pero no fueron capaces de sostener el ritmo. Jorgonson intentó ganar la etapa pero tampoco pudo y, para colmo de males, Mas salió del Top 10 por su cobardía. En España lo quieren crucificar. En este momento Movistar está penúltimo en la clasificación de la UCI y si no consigue ganar una etapa en este Tour de Francia saldrán de la máxima categoría del ciclismo mundial. La apuesta española ha fracasado sin Nairo una vez mas.