El puente, como está hoy en día, puede causar una gran tragedia.
Sé que el Ingenio Riopaila - Castilla va a hacer una intervención, es decir, otro reparcheo.
Sé que el mismo ingenio hizo unos estudios que le costaron más de doscientos cincuenta millones de pesos, los cuales dicen que la placa de cemento del puente hay que renovarla totalmente, y ese trabajo lo debe realizar la administración departamental.
Sé que hasta el momento solo se ve a realizar el famoso reparcheo que cada tres o cuatro meses se ejecuta.
Además, fuente cercanas y confiables me han informado que se piensa cerrar el puente, así como se hizo en La Victoria.
Sé que esta medida será impopular y causará mucho traumatismo, pero si no se hace y se obliga a que se hagan los trabajos totales y concretos, y no los “paños de agua tibia” de cada tres o cuatro meses, tarde o temprano va a ocurrir una tragedia.
Hay una gran molestia en los dos municipios afectados directamente como son Zarzal y Roldanillo, aunque también se perjudica El Dovio, Bolívar, La Unión e incluso Versalles.
Imaginemos un escenario sin puente.
¿Qué va a pasar con la economía de esta región del norte del Valle?
¿Por dónde van a pasar los carros cañeros que son los que más usan el puente y las vías cercanas?
¿Qué va a pasar con las personas que trabajan o estudian en estos municipios y que diariamente deben pasar por allí?
Un cierre parcial podría durar en promedio veinte días, pero los trabajos que le harían al puente garantizarían que el mismo prevalezca en el tiempo.
Para seguir en el ambiente del mundial de fútbol: la pelota la tienen los alcaldes de esta región para que presionen a la gobernación para que se haga la reparación total del puente, y hagan el gol que nos deje tranquilos en la región.