Las declaraciones con tinte machista del presunto presidente de Ayudantax, el señor Fredy Contreras, son una clara muestra de la realidad de la sociedad colombiana. Sumado a ellos vemos en sus palabras una carga de violencia, con una dosis de prepotencia e ignorancia. Esto no es más que una radiografía social de lo que se ha perpetuado en el imaginario colectivo y en los estereotipos de género reforzados y multiplicados por las masas.
Un líder no es quien arremete con groserías y vulgaridades, mucho menos quien pretende pisotear la dignidad de una mujer valiéndose de su calidad de presidente de una ONG gremial. La apología a la violencia no necesariamente es una manifestación directa y concreta, también se encuentra sutil en medio de discursos guerreristas que pretenden justificar conductas o enmascarando la gaminada de algunos.
Señor Contreras, cualquier ejercicio profesional o laboral es digno siempre y cuando le demos la altura e importancia al mismo, adquiere valor cuando trabajamos con pasión y amor, no requiriendo en exclusiva el paso por la academia, la cual en mi opinión es invaluable en cuanto a la construcción de nuevas sociedades, con índices de cultura elevados, eso de lo que usted carece y con lo cual únicamente enloda a su gremio, cultura de respeto es lo que más necesitamos en un país donde su historia se ha escrito con sangre, en mayoría de inocentes.
Lavar, planchar y cocinar no es tarea única de la mujer, pero la aplaudo que en medio de su ignorancia y desconocimiento reconozca que esta labor debe ser paga y no ejercida de manera gratuita, con doble jornada laboral como hasta ahora. En pleno siglo XXI aún sucede, la economía del cuidado requiere de atención de la sociedad y del estado.
Hablar en este contexto sobre ejercicio de la prostitución o realizar servicios domésticos como una ofensa burla, nos deja ver que personas como este hombre son el vivo reflejo de seres indolentes, ignorantes y estúpidos, me hubiese encantado que no descosiera su boca, al menos así no se notaba tanto aquellas “virtudes” antes mencionadas, que le dan pase VIP para militar junto a su ídolo, el mesías, No. 82, ya que se encuentra a la altura del mismísimo Polo Polo o mejor aún, del Sr. Macías.
Mientras tanto, hago un llamado a la sociedad colombiana a rechazar este tipo de conductas misóginas que perpetúan la discriminación y la violencia contra las mujeres. Adicionalmente, con hincapié hago un llamado a la ONG Ayudantax para que asuma con responsabilidad las declaraciones públicas realizadas por sus integrantes y realice las actuaciones respectivas para enmendar los errores de su autodenominado presidente. Finalmente, con sororidad hago un llamado a las mujeres taxistas de toda Colombia para rechazar este tipo de representantes en sus agremiaciones, que no son idóneos para ejercer la representación de una colectividad y para que sean ustedes quienes tomen las riendas de las mismas.