La avalancha de opiniones sobre el discurso del presidente Gustavo Petro en la 77º Asamblea de la Organización de Naciones Unidas, el pasado 20 de septiembre, vertidas en artículos publicados en revistas y diarios (en papel, digitales o mixtos), expresadas en tertulias radiofónicas o de televisión y difundidas en redes sociales, era previsible. Pero su extrema disparidad, fruto de la polarización ideológica y política que se vive en Colombia y en el exterior, y la oportuna comparación en la revista CAMBIO de las referencias a la coca y a la cocaína que hacen Virgilio Barco y Gustavo Petro[1], me han animado a ampliar la pesquisa comparativa, invitando al ejercicio a las personas interesadas en la lectura tranquila, documentada y útil de textos y contextos en los últimos 40 años de la siempre agitada historia del país:
- Consultar la recopilación de intervenciones de representantes de Colombia en la Asamblea General de la ONU 1946-2021[2], centrándome en las de Belisario Betancur y Virgilio Barco -primeras presidenciales[3]-, y en la de Gustavo Petro.
- Tomar el artículo de Juan Manuel Ospina (JMO), Cinco verdades perdidas en una maleza populista[4], como una referencia que recoge extremos interpretativos del discurso de Petro: El racional-equilibrado (en el 90% del texto), y el visceral- sectario (el 10%, al final del mismo). La referencia se convierte en modelo si se asume que las cinco verdades son el contenido a destacar desde un punto de vista positivo; y la maleza populista es la forma, el envoltorio, la retórica a considerar desde lo negativo (en este caso), lo positivo o combinado. El recurso dialéctico de analizar forma y contenido es didáctico y despolarizante.
El cruce de las dos lecturas -con el lógico y obvio reconocimiento de que se trata de contextos históricos diferentes en lo económico, social, político y cultural, a nivel nacional e internacional-, arroja una serie de resultados cuantitativos de más o menos fácil identificación y exposición. Los cualitativos son de compleja selección y siempre estarán marcados por el enfoque o los lentes del lector/a. Veamos algunos ejemplos ilustrativos:
Belisario Betancur hizo solo un discurso (en 1983). Los de Virgilio Barco fueron dos: en 1986 y 1989. Les siguen César Gaviria, Ernesto Samper y Andrés Pastrana con tres (3) cada uno. Duque hizo cuatro (4) y el record absoluto lo tienen Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, con ocho (8) discursos en sus mandatos consecutivos, entre 2002 y 2017.
Si se aplicase la plantilla de JMO a los discursos de Uribe y Santos se tendrían que detectar 20 verdades enunciadas por cada uno, envueltas en los follajes (de malas o buenas yerbas) que el lector logre identificar y calificar. Dejo esta tarea -que podría dar sorprendentes resultados- a personas con más tiempo y formación que el suscrito y me centro en tres discursos (discutibles como todos) de tres legítimos y honorables presidentes: Betancur, Barco y Petro. Pura trialéctica.
Entre las verdades del discurso de BB, cabe destacar las siguientes:
- En los 150 conflictos bélicos sucedidos desde la firma de la Carta constitutiva de la ONU (en 1945), las víctimas han salido de las llanuras de los débiles, no en las fortalezas de los reales intereses en conflicto.
- El avance de la ciencia y la tecnología, de todos como el aire o el agua, brota de conocimientos acumulados de los cuales el ser humano ha sido sujeto activo o pasivo. Por tanto, los frutos de esta maduración deben beneficiar a todos. En ese patrimonio común están nuestras cosechas, la minería, nuestras costas, la riqueza marina, nuestros bosques y ríos, es decir la salud, la educación, nuestra superviviencia, o sea, la esencialidad de la paz.
- Colombia se vincula en 1983 al Movimiento de los Países no Alineados (NOAL) que celebra su Primera Conferencia-Cumbre en Belgrado, en 1961, con la guía de los diez (10) principios aprobados en Bandung en 1955, con la impronta, dice el presidente Betancur, de Nerhu, Nasser y Tito. En ese momento la Sra. Gandhi presidía el NOAL.
El presidente Betancur defiende el NOAL como una opción para trascender, desde una tercería internacional, el férreo dilema capitalismo-socialismo que nutría entonces la Guerra Fría, que se debilita con la caída del muro de Berlin en 1989 y la disolución de la URSS, que ha realizado 18 conferencias-cumbres (la última en Bakú en 2019). sin el protagonismo que tuvo en décadas anteriores por la pérdida de espacio en los violentos reacomodos geoestratégicos entre los EE UU (arrastrando a la OTAN), China y Rusia.
- América Central era ejemplo de problemas de estructura, cuya solución corresponde a sus gentes y solamenta a ellas, en el marco soberano de su autenticidad y de sus instituciones. Ese fue el sentido de la acción del Grupo de Contadora para llenar un espacio vacío de aproximación a la paz regional, basados en la unidad de objetivos de México, Venezuela, Panamá y Colombia; y en el apoyo expreso de todos los países de la región, para trabajar por un horizonte abierto en que cada país decida su destino.
- El Jefe de Estado de un país pequeño como Colombia, que no es potencia económica, ni militar, ni política, pero que sí es una potencia moral, que en lo doméstico busca la paz (única alusión al diálogo planteado en su toma de posesión en agosto de 1982), el desarrollo y el cambio con equidad, siente la obligación ética de afirmar que es urgente y necesario que tropas y asesores militares extranjeras salgan de Nicaragua, El Salvador, Honduras; del Líbano, Afganistan, Kampuchea y Namibia; de Mozambique, Angola, el Chad y dondequiera que quebranten la libre determinación de los pueblos.
El empaque de estos contenidos es un texto construido con la mesura requerida para expresar los difíciles equilibrios de una tercería -la del Movimiento de Países no Alineados- en un mundo crecientemente bipolar. No era banal el intento, aunque fuera romántico. BB reivindica su voz como la de un hombre común que reitera su credo rural, pero la maestría de su escritura es notoria y plausible.
Entre las verdades de VB, ampliando las destacadas en CAMBIO, cabe señalar:
- Mi presencia en las Naciones Unidad también busca presentar ante ustedes la cruda realidad de la guerra contra el narcotráfico. Colombia está al frente de esa batalla. Para nosotros no es una guerra de palabras. Muchos colombianos han muerto por su firme compromiso en contra del narcotráfico. Hace aproximadamente un mes, Luis Carlos Galán, uno de los líderes políticos más prestigiosos de nuestro país, cayó asesinado.
- Es indispensable atacar eficazmente la demanda por drogas ilegales. El consumo de drogas es el combustible que alimenta el narcoterrorismo y que hoy es una de las más graves amenazas para las democracias de América Latina. Estoy seguro de que en Colombia vamos a derrotar a los narcotraficantes. Pero alguien, en cualquier otro país, en algún lugar, se encargará de ese negocio mientras sea tan rentable.
- Los esfuerzos de Colombia para reducir la oferta de cocaína también dependen de la efectividad de la cooperación internacional para detener el comercio ilegal de insumos químicos que son esenciales para procesar la droga.
- Las armas que utilizan los carteles de la droga para intimidr, herir y asesinar a mi pueblo no son manufacturadas en Colombia.
- En la historia de la humanidad se han frustrado muchas civilizaciones. Ahora enfrentamos una nueva amenaza global. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde. Si enfrentamos la maldición del narcotráfico con fortaleza y determinación podremos obtener la victoria.
La excesiva confianza en la derrota del narcotráfico, con Colombia en primer línea, no es coherente con la imagen de tecnócrata fino tejida en torno a Virgilio Barco.
JMO señala las siguiente verdades en el discurso de GP:
- Recordar que mientras haya una demanda por las drogas habrá quien las produzca y que la responsabilidad del crecimiento del negocio es de los consumidores, como lo enseña el abc del mercado; la única ley que respeta el narcotráfico, había dicho Belisario Betancur, 39 años antes.
- En consecuencia lógica de lo anterior, es falso y tendencioso poner a los países productores y a sus campesinos como únicos responsables y beneficiarios del negocio.
- El fracaso de la guerra contra las drogas que Norte América impuso en el último medio siglo es inapelable, con un costo enorme para Colombia.
- La relación directa que hay entre la destrucción del ecosistema amazónico y los narcocultivos, especialmente de coca. Su siembra implica derribar selva irremplazable en el ecosistema mundial.
- JMO añade una quinta verdad, la social, pues los efectos de esta guerra no solo no afectan si no que favorecen a los eslabones narcotraficantes de la cadena; ataca al campesino, mientras que los narcos y sus organizaciones salen fortalecidos.
El envoltorio que JMO percibe es un discurso altisonante, lleno de generalidades y bravuconadas de caudillo tropical. Ruidoso, vanidoso y sin impacto internacional. La mirada que comparto ve que el discurso del Presidente contiene otras verdades importantes a considerar; y que su forma, centrada en una adicción mortífera (como el incremento de la tasa de ganancia del capital arrasando todos los recursos y las energías), es un eficaz y bello llamado de atención global contra la irracionalidad de un sistema que atenta contra a la vida de la especie humana y del planeta.
Queda abierto, pues, el ejercicio a quienes consideren que la comparación, contra lo que dice el sentido común, puede dar más interesantes y útiles resultados cuanto más diferentes sean los objetos comparados. Por ejemplo, entre peras y manzanas.
València, 3 de octubre de 2022
ÑAPA 1: CONVOCATORIA A MANIFESTACIÓN EL 15 DE NOVIEMBRE
Circula en las redes la convocatoria adjunta firmada, dice, por la Bancada del Pacto Histórico. Aunque aún no hay confirmación de si se trata de un cartel verdadero o falso (de los convocantes de la segunda marcha contra el Gobierno, el 24 de octubre, para despistar), la referencia a que el Presidente Petro rinde cuentas a su pueblo, ha motivado un debate semántico-político sobre el adjetivo determinativo posesivo su, con mi amigo CJ, quien se abstuvo en las pasadas elecciones porque no le convencía Petro y, mucho menos, Hernández. En Cali, Barcelona, Bogotá, Madrid, Paris, Toronto, València y otras ciudades, tengo amigos/as y conocidos/as petristas, antipetristas o intermedios (de todas las intensidades). CJ es de los no recalcitrantes, con quienes se puede hablar de arte, política, religión o literatura, a diferencia de algunos del colegio y la universidad
Para CJ ese su es de estirpe gaitanista, populista y riesgosamente antidemocrática, que deja por fuera a la gente que no le votó, que es la mitad del pueblo colombiano. Para mí, la frase alude a una pertenencia y sometimiento de él al pueblo; no del pueblo a él. En cualquier caso, coincidimos en que la frase menos equívoca, más amplia y comprometida con la democracia es el Presidente Petro rinde cuentas a la ciudadanía.
ÑAPA 2: FRANCISCO DE ASIS (1182-1226)
Genial fotografía de Jim Frasier de la escultura de Frank Gylord que se encuentra en el St. Peter and St. Paul Cementery, in Naperville, Illinois, a 48 kilómetros de Chicago
Francisco de Asis nació en 1181/1182 (no hay dato exacto) y murio el 3 de octubre de 1226, aunque su Fiesta se celebra el 4 de octubre. En 2026 se cumplirán 800 años de su muerte y será un buen momento para repasar -con miradas de hoy-, su vida, su obra y su pensamiento que en relación con la vida, con todas las vidas en el planeta Tierra, tiene más vigencia y actualidad que entonces.
Es muy probable que los jóvenes parisinos de 1968 conocieran la máxima franciscana de Empieza por hacer lo necesario, luego lo posible, y de repente estás haciendo lo imposible. Pero en su afán revolucionario se saltaron etapas clave y la redujeron a Seamos realistas, pidamos lo imposible. Aquí, allá y acullá es hora de retomar y actualizar las utopías del Bien Común cristianas y marxistas (con antecedentes en culturas milenarias de Occidente, Oriente y el Abya Yala), empezando por lo necesario y siguiendo por lo posible.
[1] Antes de Gustavo Petro, Virgilio Barco habló sobre la guerra contra las drogas en la ONU | Cambio Colombia
[2] Colombia en la Asamblea General de las Naciones Unidad 1946-2021, Cancillería, Bogotá, 2021.
[3] Entre 1946 y 1982 las intervenciones en la ONU (hoy con 193 paises participantes), se llevaron a cabo por presidentes de la Delegación, embajadores o ministros de Relaciones Exteriores. En la Sesión Plenaria de 1946 (en Londres, el 10 de enero) intervino Alfonso López Pumarejo, Embajador en la ONU en el Gobierno de Alberto Lleras Camargo; y en la Asamblea General en 1982 intervino, el 15 de octubre, Rodrigo Lloreda, primer Ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Belisario Betancur. Nunca ha intervenido una mujer. La primera podría ser la vicepresidenta Francia Márquez o la Embajadora Wayú, en 2023.
[4] https://www.reporterosasociados.com.co/2022/09/petro-en-la-onu-cinco-verdades-perdidas-en-una-maleza-populista/