El primero de enero de 2020 diez países de la cuenca del mar Caribe empezaron la segunda década del siglo XXI con un paso adelante por la protección del ambiente: prohibieron los plásticos de un solo uso, como los pitillos y el icopor. ¿Seguiremos en Colombia el ejemplo de los países vecinos?
Como en Colombia vivimos en crisis estable y duradera y el escándalo de hoy tapa el de ayer, nos cuesta asumir debates y decisiones que a primera vista no parezcan de vida o muerte, pero que en realidad sí lo son a largo plazo. Por eso no le hemos dado la importancia que merece al debate para prohibir los pitillos, las bolsas desechables y los recipientes de icopor (poliestireno). La contaminación por plásticos de un solo uso es un gran riesgo para su salud y la del planeta. Ese icopor donde le empacan el almuerzo y le sirven el café fue declarado como “probablemente cancerígeno” por la Organización Mundial de la Salud en 2018. O el jabón o crema exfoliantes que use para la lavarse las manos o la cara podrían contener micro-plásticos que se irán por el sifón del lavamanos hasta el río más cercano, luego al Magdalena, luego al mar Caribe. Es posible que esos microplásticos regresen a usted en el pescado del almuerzo que le empacaron en el icopor.
Mientras usted lee esto, una isla de plásticos flota en el Océano Pacífico y ya supera en tamaño la superficie de Francia. Es más, hay rastros de plásticos en todas las playas del mundo y hasta en los hielos del Polo norte y el Polo sur. Es probable que en 2050 haya más plásticos que peces en los océanos, si no hacemos algo para evitarlo. En internet abundan las imágenes de animales que murieron por ingestión de plásticos o que se enredaron con estos. Esto sin profundizar aquí el debate por la posible afectación en la salud humana de los plásticos. En pocas palabras, se nos hizo tarde en Colombia para prohibir las bolsas desechables, los pitillos y el icopor.
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Para qué bolsas plásticas si tenemos de tela y canastos de mimbre, platos y vasos de verdad son mejores que los de icopor, cuando le ofrezcan café diga: “traigo mi pocillo propio”
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Si bien los plásticos pueden servir importantes usos, por ejemplo, en productos médicos o tecnológicos; casi siempre no son necesarios. Los pitillos son un capricho, para qué bolsas plásticas si tenemos bolsas de tela y canastos de mimbre, platos y vasos de verdad son mejores que contenedores de icopor, son más bonitos los frascos de cristal que los de plástico, cuando le ofrezcan café o compre jugo de naranja, diga: “traigo mi pocillo propio”.
Aunque considero fundamental la toma de conciencia ambiental individual y la transición paulatina, ante la actual crisis ambiental, no contamos con décadas para hacer un cambio con los plásticos. En cambio, una prohibición nacional podría lograr resultados en poco tiempo. Prohibición que en todo caso requerirá participación y pedagogía.
No obstante, en Colombia ya hemos tenido avances. La ley de bolsas plásticas de 2016 impuso algunas restricciones, lo que redujo su uso. En 2018 Santa Marta prohibió los plásticos de un solo uso y a partir de abril no se podrán usar o ingresar plásticos a los Parques Nacionales Naturales. ¿En Bogotá tendrán el Concejo y Gobierno recién elegidos en sus prioridades la prohibición de los plásticos? Podrían empezar por restringir su uso, mientras se toman decisiones de fondo y se actualiza el sistema de recolección y tratamiento de basuras.
Entre tanto, en el Congreso colombiano hay varios proyectos legislativos para prohibir los plásticos de un solo uso. Destaco el proyecto de ley número 60 de 2019; que incluye varios artículos sobre la regulación de plásticos en mares y costas y también incluye un periodo de cincos años para que empresas y familias que se dedican a la producción de icopor puedan hacer la transición a otras actividades.
No podemos olvidar, además, que los plásticos son derivados del petróleo y que requieren energía para su fabricación. Entonces, al reducir el consumo de plásticos reducimos el consumo de petróleo y de energía, lo que disminuye las emisiones de gases de cambio climático.
Un propósito necesario para Colombia en esta década que inicia en 2020 es la prohibición de los plásticos de un solo uso, como ya hicieron nuestros países vecinos de la región Caribe a partir del primero de enero de este año.
