En esta época de fin de año son muchas las personas que se preparan para despedir el año viejo, cerrar ciclos y sanar heridas, y empezar un nuevo año. Algunos lo hacemos orando a Dios en compañía de nuestras familias, y la mayoría acuden a los tradicionales agüeros que en años atrás también practicamos para que en el año que empieza nos vaya bien.
Pero, ¿cuáles son esos agüeros y cómo surgieron?
El escritor y físico Charles Panati precisa que los primeros agüeros o supersticiones se originan hace más de 2000 años antes de Cristo.
Las supersticiones han cruzado fronteras. En países europeos y Latinoamericanos, se celebran estas tradiciones.
Algunos de los agüeros más populares en Colombia son: usar la ropa interior de color amarillo para atraer la buena suerte, la prosperidad y la salud, la de color rojo para el amor y la pasión.
La tradición que representa esta fecha es el agüero de comer doce uvas a las doce de la noche, para que nos vaya bien y Dios nos bendiga durante los doce meses del año nuevo.
Las espigas “de la prosperidad”, como su nombre lo indica la usan para que llegue la prosperidad a nuestras casas y dicen que sirve para alejar las malas energías.
Otro agüero clásico de fin de año es salir con una maleta y recorrer la cuadra del barrio donde vives para que vivas viajando de ciudad en ciudad y de país en país, durante el año próximo.
Otra de esas creencias la cual debemos emplear todos los días y todo el año, es limpiar o asear nuestras casas, botar lo que no sirve y todos aquellos objetos que están rotos para que no solo se vayan las malas vibras, sino para vivir sanamente.
En los pueblos y municipios del país se tiene como tradición elaborar un muñeco de trapo, para el cual se necesita una camisa y un pantalón que no usamos. estas prendas las rellenamos con trapos viejos o con hojas de la mata del plátano.
Este muñeco popularmente lo llamamos año viejo y lo bautizamos con nombres de personajes de la política, el deporte, la farándula, entre otros que hayan creado polémicas de una u otra forma.
Más que agüero, es otra tradición de fin de año que hacemos los colombianos, aunque los muñecos de año viejo lo elaboramos a principio de diciembre y lo quemamos el treinta y uno a la media noche de ese día, para quemar todo lo malo que nos pasó y quemar así, como su nombre lo indica el año viejo.
Amigos lectores, les invito a que busquemos a Dios y aceptemos a Jesucristo en nuestras vidas. Él es quien en verdad nos da salud, prosperidad, vida en abundancia, nos brinda amor, paz y nos bendice con vida y salud y cumple los deseos buenos de nuestros corazones.
¡Les deseo un feliz y bendecido año nuevo, 2022!