La noticia de la infección de Coronavirus en Latinoamérica pasó moderadamente mencionada en las primeras semanas de este año, siendo ahora una mención escasa, al no haber por ahora aparentes casos confirmados en esta parte del mundo. Claro, ello lleva a pensar que estamos a salvo porque lo vemos distante en la frecuencia que nos lo muestran los medios. Hasta ahí, no hay mucho problema y más aún para “evitar” alarmas innecesarias se ha optado por decir que nuestro sistema de Vigilancia de Salud pública estará atento y, en todos los protocolos, listo. Muy político y muy correcto, ¿les suena familiar?
Bueno, pues con fecha del 11 de febrero de 2020, Circular Externa No 00005 el mismo INS y el Ministerio de Salud de Colombia, ha enviado una actualización a todos los profesionales médicos que ejercemos o hemos sido formados en Colombia, acerca de las directrices del Coronavirus, anticipándose a lo que pueda pasar. El Coronavirus o CoVID19 (su nombre actual) llegará a Colombia, pronto, más de lo que usted cree amigo lector despreocupado, en el transcurso de los siguientes meses y en ese momento tendremos que ser extremadamente cautelosos antes de que se nos convierta por nuestras propias condiciones sociales, en una pesadilla.
¿Por qué lo digo? Uno de ms profesores de infectología, Dr. Pérez Díaz, bastante afamado, por cierto, quien ya ha salido en CNN y en otras entrevistas televisivas, hizo una afirmación que es cierta: el nexo de Venezuela con China es importante. Hoy, mas que nunca, sus relaciones bilaterales son fuertes y en Venezuela no hay ni recursos, ni vigilancia, ni control, ni políticas claras de salud pública.
Por si se nos ha olvidado, tenemos una migración masiva de población venezolana a nuestro territorio. Por probabilidad tendríamos mas casos importados desde nuestra fronteras o terminales aéreo.
Sin ser xenófobos ni alarmistas, recordemos que las nuestras barreras de acceso son débiles y el hacinamiento en los servicios de urgencias y reacción son un caos. Para cualquier situación. Ahora imagínense con un virus con efectiva transmisión de persona a persona en nuestros hacinados centros de atención. Estoy con la prudencia, la sensatez y la vigilancia epidemiológica colombiana. Pero no tengan duda, tarde o temprano tendremos casos aquí y de nuestro juicio, el manejo correcto, los recursos que pongamos para controlar rápidamente los casos que aparezcan y sobre todo la honestidad del sistema de salud y de nuestros colegas dependerá en gran medida que esa amenaza de infección no se convierta en una tragedia.